El lunes por la mañana el Metro de Diagonal es un segundón de mi vida. En breves segundos noto mi segundo despertar. Salgo a la superficie. Noto el centro y su inquietud en un rumor incrementado por el bon dia de la verde papergirl, quien me da el segundo periódico de la jornada. METRO publica un artículo sobre la degradación del Raval, dramatizando, han descubierto una pedra filosofal existente desde la noche de los tiempos, sobre la prostitución en la Calle Robadors y el aumento de la delincuencia callejera. A ver señores. El mito del Raval es municipal, inventado y hasta con palabra falsa de diccionario. ¿No recuerdan el ravaleja que inundaba la zona como símbolo de la Barcelona cool? Cuando en la prensa aparecen constataciones de ese estilo podemos pensar varias cosas.
1) El ayuntamiento desea que el consumidor-ciudadano, Barcelona és la millor botiga del món, acepte el futuro cambio. Degradación implica necesidad de mejora y reformas. ¿No es el Raval el barrio de los pakis? Su camino en Babilonia parece sellado. El MACBA parece ser el nuevo Rikjaard de Hereu and co. You never smoke alone. Nuevas casas, especulación y revalorización de la zona, nueva frontera del centro ocupado por alquileres abusivos pagados por inmigrantes de calidad. Ghetización ecónomica para evitar ghetización de mal gusto.
2) Informaciones tan repetitivas, fáciles de desenmascarar inmiscuyéndose en la cotidianidad o leyendo La ciudad mentirosa de Manuel Delgado, reciben un tratamiento escrito deplorable que informa poco y escandaliza mucho para crear una conciencia del mal y lo mal que vamos, pesimismo perfecto para ejecutar reformas sin protestas masivas....que ya no existen ni en pintura.
Otro artículo de la jornada sirve de contrapunto al de METRO. EL PAÍS-en una de sus secciones carentes de rosa rosae rosam, cada vez menos numerosas- habla del fracaso de la zona Forum. Se cargaron un barrio, montaron un no espacio homologado con hoteles, mar y fiesta institucionalizada, construyeron nuevos edificios, retriplicaron los precios y ahora, ¡oh cielos!, el se vende invade los balcones. Bonita invasión si sirve para corroborar, ¿ se necesita algo más después de tanta burla al prójimo?, la verdadera faz de la política municipal, donde BCN se come a Barcelona. La marca se impone y el ciudadano retrocede impotente ante las transformaciones de una capital que presume demasiado. Cuando un pervertido rasgue sus vestidos las carencias aplastarán al mundo con su fría desnudez. And somebody spoke and I went into a dream....
más de lo mismo en:
Foto: La muerte y el obrero, Barcelona, Mayo, 2007, Jordi Corominas i Julián
2 comentarios:
No nomes serio...interessant...
Peto! ;)
Me emociona leer tu dura crítica con espacio para pequeños guiños a los fab4 ;)
Ciñéndonos a la Barcelona que nos atañe, ¡no puedo dejar de estar de acuerdo contigo!, ya sabes.
El Raval se puso de moda pero a lo bestia. Prueba de ello es su propia Rambla, con establecimientos que podrías encontrar en el Born -su zona hermana "de nivel"- y hoteles -en plural- en construcción. También el "Ravalejar" aquél en la pared, conjugado como nuevo verbo de la "cool BCN". El único cambio en el barrio es simplemente que ahora está mucho más comercialmente explotado. ¿De eso se quejan? Me parece que no... No entiendo ese alarmismo social.
Publicar un comentario