martes, 29 de diciembre de 2015

Edgar Allan Poe en Todos somos sospechosos



Esta madrugada en Todos somos sospechosos Laura González y servidor hemos dedicado nuestras Noches en la tierra a Edgar Allan Poe, si quieres puedes escuchar la charla aquí

lunes, 28 de diciembre de 2015

Una juventud y Tan buenos chicos, de Patrick Modiano





Díptico de búsqueda: Una juventud y Tan buenos chicos, de Patrick Modiano, por Jordi Corominas i Julián
Patrick Modiano, Una Juventud y Tan Buenos Chicos, Anagrama, Barcelona, 2015
Traducción de María Teresa Gallego Urrutia
La prosa de Patrick Modiano está impregnada de partículas aéreas aliadas con el recuerdo. Cuando el pasado otoño ganó el Premio Nobel se produjo en España ese extraño fenómeno consistente en la proliferación de súbitos expertos que sin contextualizar su obra se atrevían a juzgarla desde bases muy endebles. Entre las perlas de aquellos días recuerdo el tópico del autor que siempre repite la misma novela, como si la textura de sus palabras fuera un viaje en bucle hacia un mismo punto, una senda laberíntica imposible de desentrañar centrada en París y sus alrededores. Esta podría llegar a ser cierto, pero olvida parcelas fundamentales de un territorio muy especial donde la obsesión espacial se aúna con la memoria desde el detalle y una precisión quirúrgica propia de un detective de la cotidianidad.

Desde este punto de vista Modiano sería una especie de Flâneur de la segunda mitad del siglo XX con una particularidad: sus paseos son reconstrucciones que parten del cerebro y vuelven a instalarse en la superficie cuando ha transcurrido suficiente tiempo para que lo vivido canalice en lo escrito. Tras su inicial Trilogía de la ocupación dio un salto que le acercó a la obtención de su estilo en Villa Triste y Libro de Familia. La primera mostraba un gusto por ciertos ambientes turbios que chocan al protagonista, fascinado por lo extraño mientras ansía la obtención de un amor que le acerque a una paz obstaculizada por las situaciones acaecidas en un breve lapso cronológico. En cambio la segunda ya exhibe una marcada querencia por reconstruir el pasado personal desde la ficción entre calles, registros y la lenta labor de hilvanar piezas para que el puzzle de la comprensión encaje, pues gran parte de sus novelas son una búsqueda inexacta basadas en preguntas simples que devienen complejas precisamente por esa sencillez.



Una juventud y Tan buenos chicos fueran publicadas en 1981 y 1982. Pueden entenderse como una quête a la espera de dar con la tecla adecuada de un gran libro. Tras la consagración que supuso en 1978 el Premio Goncourt por Calle de las tiendas oscuras Modiano tuvo un largo período prolijo que, sin embargo, no termino de contentarle si se observa la selección de diez novelas que hizo en 2013 para la editorial Gallimard. En este volumen se aprecia un salto de un decenio desde su galardonada novela hasta Reducción de condena, que vio la luz en 1988. ¿Consideraba el Nobel su década de los ochenta como un campo de experimentos para pulir su material y darle un cuerpo más sólido? Este interrogante es el que me permite imaginarlo como cualquier escritor, entre dudas que nos asaltan y conducen a la acción, que en el caso que nos concierne derivó en un díptico encuadrado en un mecanismo estructural con similitudes por la evocación y diferencias bien marcadas por la trama.

Una juventud empieza con una pareja que a punto de cumplir los treinta y cinco años disfruta de una vida acomodada al lado de una estación de esquí. Este inicio desemboca en la necesidad de volver al origen y contar cómo se conocieron Louis y Odile, dos desesperados que, apenas salidos de la adolescencia, intentaban abrirse camino en el París de mediados de los años sesenta, fechas fundamentales en la trayectoria del narrador, arquitrabes de una arquitectura interior que se funde con la geografía de la ciudad de la luz para depararnos una historia donde la pareja protagonista circula entre míseros trabajos, sueños truncados en el espectáculo y la compañía de dos oscuros secundarios que mueven los hilos del relato con sus decisiones. La ambigüedad de esos acompañantes es un clásico modianesco, quien gusta de situar figuras experimentadas porque de este modo puede abrazar más trechos que tracen líneas temporales del paisaje y la Historia, convertida en la suma de pequeñas biografías que suman y restan desde intimidades que nunca mencionarán los periódicos desde esa perspectiva.




La tristeza de esos jóvenes en una estación de tren encaja con la pena de los antiguos internados de Valvert, esos Tan buenos chicos del título de la novela, hombres curtidos, derrotados sin saberlo por el destino, que coinciden con el narrador a lo largo de un período indeterminado. El pasado se plasma en el presente mediante la casualidad y unos pasos que convergen porque todos los implicados del relato saltaron a la realidad desde los muros de una escuela desquiciada con el deporte por premisa y la clausura como virtud. El trayecto colectivo que se dibuja en estas páginas es el de la riqueza que no ha sabido nadar en las aguas de la normalidad, el de la esperanza truncada que se resigna a transitar sin lucir ningún destello, y así, tras cerrar el libro, como siempre en Modiano, pensamos que quizá ellos podríamos ser nosotros. 

domingo, 27 de diciembre de 2015

Podcast de debates literarios en el Laberint de Wonderland



Hoy en el Laberint de Wonderland hemos cerrado el año hablando de debates literarios. Hablamos primero a modo de introducción de cómo un ruso se cargó a otro discutiendo sobre si era mejor la prosa que la poesía, seguimos con la querella entre antiguos y modernos de la Francia de Luis XIV, continuamos con el duelo Marsé-Porcel y terminamos con la polémica entre Sartre y Camus. Puedes escuchar la sección a partir del minuto 33 del enlace clickando aquí

sábado, 26 de diciembre de 2015

Domingo 27, debates literarios en el Laberint de Wonderland





Este domingo en el Laberint cerraremos el año hablando de debates literarios. La cata será la siguiente:


1.- La lucha a muerte entre rusos por la prosa y la poesía

2.- La querella entre antiguos y modernos en la Francia de Luis XIV

3.- Juan Marsé contra Baltasar Porcel

4.- Jean Paul Sartre versus Albert Camus







Cada Domingo a partir de las 15h

Radio Nacional- Rne4

100.8 fm Barcelona



En directo:Rne4

jueves, 24 de diciembre de 2015

martes, 22 de diciembre de 2015

Francisco de Goya en Todos somos sospechosos


Esta madrugada en Todos somos sospechosos Laura González y servidor hemos continuado con la serie española de Noches en la tierra y tras la cita electoral nos hemos centrado en la figura de Francisco Goya y Lucientes. Si quieres puedes escuchar la charla aquí

lunes, 21 de diciembre de 2015

Los desposeídos, de Slizárd Borbély




Los desposeídos, de Slizard Borbély, por Jordi Corominas i Julián
Hablamos mucho de Hungría y sus fronteras sin apenas conocer su Historia reciente, dramática por formar parte de una zona de Europa constantemente sacudida por convulsiones empeñadas en extirpar la diversidad de su territorio.

Slizárd Borbély se quitó la vida en febrero de 2014. Es una lástima no poder preguntarle sobre su primera y única incursión en el género novelístico. Antes de los desposeídos era muy conocido en el país magiar por su labor como ensayista, poeta e historiador. El orden de los factores si altera el producto. Esta mezcla de lirismo y rigor con lo acaecido respira con profundidad en las páginas de una las más agradables sorpresas de la anodina rentrée literaria de este otoño.

Parte del acierto de su autor consiste en la ambientación de la trama. Nos situamos en un pueblo perdido, una nimiedad del mapa que sirve para simbolizar el estado de toda una sociedad entre los últimos años sesenta y los primeros setenta de la pasada centuria. Los pocos elementos del villorrio bastan para describir el estado de la cuestión en una sociedad comunista de boquilla donde parece que el tiempo se haya parado. Sólo la tierra, anegada de agua, ofrece esperanza de algún movimiento.

El narrador es un niño de seis años que sufre en sus propias carnes la marginación de su familia. Su padre no se afilió al partido y sufre una especie de destierro laboral agravado por su tozudez y el alcoholismo. La madre amenaza con tirarse al fondo del pozo y él mismo padece las burlas de sus compañeras porque la pobreza del clan le obliga a vestir ropas de chica, pero aun así sobrevive a base de curiosidad mientras el entorno configura, poco a poco, una personalidad determinada e inevitablemente muy observadora en su esfuerzo por comprender el mundo de los adultos, algo muy útil para depararnos respuestas de modo paulatino y descubrir los entresijos del malestar.

Estos podrían sintetizarse con la Historia de Mitteleuropa. Para presentarla en el relato Borbély jugó la baza de las generaciones para tender con seca dureza el hilo de los acontecimientos. Los abuelos padecieron las dos grandes guerras, vivieron en primera persona los desplazamientos de población de uno a otro limes y cobraron conciencia del cambio que supuso la irrupción de la Unión Soviética. Los padres son peones de la partida, víctimas de un sistema que no olvida la milenaria presencia de los judíos en la zona, estigmatizados en el pueblo, en sintonía con la situación centroeuropea desde 1945, año bisagra por completar el exterminio del crisol étnico fomentado por el nazismo y ser el instante de la división del Viejo Mundo en dos parcelas ideológicas bien definidas.

La parte este del telón de acero es la de los protagonistas de Los desposeídos, seres abocados a una existencia de pesadilla donde sólo les es permitido soñar. La manía del narrador por los números primos puede deberse tanto a la necesidad de liberarse del clima opresivo que impregna su contexto como a la urgencia metafórica de definir lo monolítico e irrompible de esa Hungría partida en mil pedazos unidos, con frágil pero férreo pegamento, por un poder omnímodo.

El niño, con toda probabilidad una evocación del autor en su infancia, lucha por crecer mientras aprende palabras, orígenes y desacuerdos. Se impresiona con las procesiones religiosas, asume su rol de paterfamilias por la ausencia forzada de su progenitor, sabe lidiar con los dimes y diretes agrícolas y resiste, como todos, la pena de tanto gris turbador, fatal al impregnar cuerpos y contornos hasta la asfixia.

Dice Enrique Vila-Matas que en cualquier caso lo mejor es irse y no se equivoca. Sin embargo, por exigencias estructurales y de tempo narrativo, aquí apreciamos una agonía que no puede resolverse hasta la completa absorción de la realidad por parte del protagonista. Esta se configura desde una doble vertiente. La primera, como si fuera una matrioska rusa, descompone el mundo de mayor a menor. La Historia, Hungría, el pueblo, la casa, el niño. La segunda da un giro de ciento ochenta grados con relación a la anterior y opera desde un efecto contrario. La inexperiencia del narrador la exige inquirir para ubicarse y llenar su botella con las gotas esparcidas por todos los implicados. Es así como, además de formar una visión del pasado como suma de voces, se vislumbra en el crío la antesala de un futuro menos árido y mucho más humanizado, sin esos estereotipos tan típicos del aire del provinciano y con una apertura de miras capaz de escapar del marco establecido para volar, volar para cambiar el color de la bóveda celeste y propiciar otro panorama.


Sin ese punto de vista inteligente cargado de inocencia pueril nuestro hundimiento ante tanta miseria sería notable. La frescura del chiquillo tiñe de humor algunos pasajes repletos de pobreza moral y económica al tiempo que da en el clavo en otra de las sutiles apuestas del conjunto: la creación de un nuevo lenguaje en pos de romper el muro con otras palabras para propiciar vías de escape, las mismas que el tablero actual veta a los recién llegados, las mismas que siempre eternizan el bucle y dan razón a Karl Marx en la repetición de repeticiones, tragedia, farsa, podredumbre humana. 

domingo, 20 de diciembre de 2015

Podcast de literatura y medios de transporte (y II) en el Laberint de Wonderland



Hoy en el Laberint de Wonderland hemos cerrado el ciclo dedicado a literatura y medios de transporte. Empezamos con los marcianos de Wells y Welles, continuamos con Moby Dick de Herman Melville, seguimos con el submarino de Julio Verne y terminamos con Los diarios de la motocicleta de Ernesto Che Guevara. Puedes escuchar la charla a partir del minuto 33 del enlace clickando aquí

sábado, 19 de diciembre de 2015

Domingo 20, novelas y medios de transporte (y II) en el Laberint de Wonderland



Este domingo cerramos el ciclo dedicado a novelas y medios de transporte. Empezaremos por naves espaciales con La guerra de los mundos de H.G. Wells, seguiremos con submarinos con las veinte mil leguas de Julio Verne, proseguiremos con barcos mediante Moby Dick de Melville y terminaremos con Los diarios de la motocicleta de Ernesto Che Guevara.


Cada Domingo a partir de las 15h

Radio Nacional- Rne4

100.8 fm Barcelona



En directo:Rne4

jueves, 17 de diciembre de 2015



Ayer en F5 de El Mundo apareció mi artículo sobre COSMic WARS, el templo para los fans de la Guerra de las Galaxias en Barcelona. Si quieres puedes leerlo aquí

martes, 15 de diciembre de 2015

Mariano José de Larra en Todos somos sospechosos



Esta madrugada en Todos somos sospechososhemos abierto un ciclo español de noches en la tierra que alternaremos con otro nortemericano. Para inaugurar esta combinación hemos hablado del grandísimo Mariano José de Larra. Puedes escuchar la charla en el enlace clickando aquí

domingo, 13 de diciembre de 2015

Podcast del Laberint sobre novelas y medios de transporte



Hoy en el Laberint hemos hablado de novelas y medios de transporte. Empezamos con Extraños en un tren de Patricia Highsmith, continuamos con Ponche de ácido lisérgico de Tom Wolfe, seguimos con Zazie en el metro de Raymond Queneau y terminamos con El principito de Antoine de Saint Exupéry. Si quieres puedes escuchar el programa a partir del minuto 35 del enlace clickando aquí

sábado, 12 de diciembre de 2015

Domingo 13, novelas y medios de transporte en el Laberint de Wonderland



Si la semana pasada hablamos de escritores viajeros, esta en el Laberint nos movemos hacia novelas donde tenga, por algún motivo u otro, cierta centralidad un medio de transporte concreto. El cuarteto de este domingo será el siguiente:



1.- Extraños en un tren de Patricia Highsmith

2.- Ponche de ácido lisérgico de Tom Wolfe

3.- Zazie en el metro de Raymond Queneau

4.- El principito de Antoine  de Saint Exupéry


Cada Domingo a partir de las 15h

Radio Nacional- Rne4

100.8 fm Barcelona

En directo:Rne4

miércoles, 9 de diciembre de 2015

martes, 8 de diciembre de 2015

Michel Houellebcq en Todos somos sospechosos de Radio3



Esta madrugada hemos hablado en Todos somos sospechosos del siempre controvertido Michel Houellebecq. Con él cerramos el ciclo francés de Noches en la tierra. Si quieres puedes escuchar el programa aquí

domingo, 6 de diciembre de 2015

Podcast de escritores viajeros en el Laberint de Wonderland



Esta tarde en el Laberint hemos hablado de escritores viajeros. Por la sección han pasado Marco Polo, Giacomo Casanova, G.W. Goethe y Josep Pla. Si quieres puedes escuchar la charla a partir del minuto 37 del enlace clickando aquí

sábado, 5 de diciembre de 2015

Domingo 6, escritores viajeros en el Laberint de Wonderland



Este domingo en el Laberint de Wonderland hablaremos de escritores viajeros. El cuarteto elegido es el siguiente:

1.- Marco Polo y su libro de las maravillas

2.- Giacomo Casanova, el viajero interminable

3.- Goethe o el Grand Tour

4.- Josep Pla, corresponsal y renovador consciente



Cada Domingo a partir de las 15h

Radio Nacional- Rne4

100.8 fm Barcelona

En directo:Rne4

viernes, 4 de diciembre de 2015

El Reino, de Emmanuel Carrère




No es casual empezar por el número 1 bis de la rue Vaneau. En ese edificio vivió André Gide, excelso escritor autobiográfico, férreo protestante por tradición familiar y buen conocedor de los evangelios. Años más tarde esa casa con una extraña fachada curvilínea irrumpe de nuevo en la literatura francesa de la mano de El Reino de Emmanuel Carrère, digno sucesor del autor de Los sótanos del Vaticano.

La relación entre ambos debe cifrarse desde la inevitable evolución del género novelístico. Gide lo tocó en ciertos momentos de su existencia y consiguió cumbres como Los monederos falsos, obra en que su presencia personal es constante porque en sus páginas no oculta brindarnos un roman à clef con rostros bien reconocibles. El mayor hito del premio Nobel de 1947 fueron sus diarios, inclasificables más allá de su valor testimonial.

Por su parte Càrrere ha demostrado desde El adversario ser un valiosísimo apóstol de una literatura  diferente del yo que reformula la novela desde unas coordenadas donde el narrador es un detective de sí mismo capaz de aprovechar cualquier material para reflexionar, investigar y sacar una serie de conclusiones muy relativas. Su método deberá ser recordado como un cierto giro copernicano de principios de nuestro siglo que le ha conferido el honor, bien extraño en nuestra época, de poder presumir de originalidad bien aliado con un estilo propio que, además, ha influenciado a colegas de muchas y variadas latitudes.

En esta ocasión la excusa para su nueva creación surge de la transformación de su yo pasados veinte años. Creo que en Carrère es importante delimitar como frontera la caída del muro de Berlín. Sin el derrumbe de los comunismos su mundo sería otro y la influencia rusa quizá no podría formularse con tanto esplendor. Nos situamos en 1990. El novelista se encuentra perdido en una crisis sentimental y alcohólica. Una tarde, casi un presagio, acude al piso de su madrina en el número 1 bis de la rue Vaneau. Ya he dicho que las casualidades no existen.

Esta mujer es católica y ha insistido durante mucho tiempo en la importancia de la fe. El Carrère escritor emergente considera absurda la cuestión, pero en su desorientación se asesora, conoce al muy cristiano Hervé y un día la eucaristía le concede unas palabras para la gran sacudida: “pero cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te la ceñirá y te llevará a donde tú no quieras”.
Se convierte y durante tres años cultivará su amor para con el señor a través de apuntes sobre el Evangelio de Juan en dieciocho libretas. El entusiasmo se desvanecerá entre la escritura de una biografía de Philip K. Dick y el retorno a una cierta normalidad.

Carrère es un hombre curioso. Tras Limónov debió costarle dar con un tema potente y lo localizó por un matiz filológico. En Los Hechos de los Apóstoles, supuesta segunda parte del Evangelio de Lucas, hay un pasaje decisivo. El narrador, hasta entonces bastante aséptico, menciona la súplica de un macedonio. Pablo, que aún no era santo e ignoraba transitar por el año 50 después de Cristo, se decide a ayudarle. Muy bien. El punto de inflexión es hallar en este fragmento un “inmediatamente intentamos partir a Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para evangelizarlos”.

Lucas está presente, luego cuenta la historia con conocimiento de causa y Los Hechos de los Apóstoles devienen un relato en primera persona, como la gran mayoría de los textos de Carrère, quien se interesa y se aventura a intentar trazar una biografía del patrón de los pintores s a partir de esa pequeña apertura de la puerta del Nuevo Testamento.

No importa mucho si lo consigue y el mismo es consciente de la dificultad del envite. Por eso aprovecha el mismo para trazar su peculiar visión de los orígenes del Cristianismo leyéndolos como si fueran una novela vista desde distintas vertientes. La primera es la suya de exégeta, una confesión de sus pesquisas inmersas en su día a día entre vídeos porno, enamoramientos y el desarrollo comprensible de toda investigación, plagada de saltos y sorpresas. La segunda tiene al autor del material como protagonista en la sombra porque, ahí accedemos a la tercera, Pablo es el héroe absoluto por su lucha contracorriente en su interpretación de la fe. Carrère entiende la magnitud del protagonista y los obstáculos del reto. Lo considera un trotskista de la secta, un outsider empecinado en desmontar el tinglado de los padres fundadores para expandir la palabra de Jesús en sentido ecuménico, y ese punto le da juego para plantearse cómo las creencias son desmentidos de la realidad, ilusiones del desprenderse de las exigencias de la razón para instalarse en mundo allende el mundo: el Reino de los cielos.

La narración fluye en su desorden ordenado de una sinceridad aplastante. Por principio todo narrador es un farsante, un manipulador incuestionable y el francés no lo oculta en ningún momento. Sin embargo expone a las claras sus intenciones. No pretende ninguna verdad definitiva, navega por el mar que él mismo ha generado y se deja llevar por el viento de la Historia sine ira et studio, con la objetividad subjetiva de quien contrasta fuentes, viaja con sus personajes y termina por conocerse mejor entre el mundo globalizado de la Antigüedad con Asia como punto de lanza, la Roma neroniana y la resaca de los Flavios, antesala de una consolidación hacia el lento estallido corroborado por Constantino.


El tiempo histórico se funde con el tiempo personal de este autodenominado Bobo, bourgeois bohème,  parisino. Sus teorías se hilvanan con el deseo de entender su propia  transformación y, con un toque sutil, sirven al lector para comparar lo remoto con lo presente, no desde la máxima marxista, sino desde el libre albedrío de la novela, bestia poliforme que se resiste a morir por el poder bautismal de algunos escritores. 

jueves, 3 de diciembre de 2015

El Raval alternativo en F5 de El Mundo


Esta semana publiqué en F5 de El Mundo un artículo sobre los cambios en el Raval y su movida de locales alternativos, si quieres puedes leerlo aquí

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Diálogo con Rafael Argullol en El Diario



Hará unas semanas dialogué con Rafael Argullol sobre su libro Mi Gaudí espectral (Acantilado), puedes la charla



aquí en catalán

aquí en castellano

martes, 1 de diciembre de 2015

Segunda parte del especial Marcel Proust en Todos somos sospechosos



Esta pasada madrugada Laura González y servidor cerramos el círculo proustiano de Todos somos sospechosos. Si quieres puedes escuchar la charla de noches en la tierra aquí

lunes, 30 de noviembre de 2015

Podcast de charla entre estatuas de Barcelona en el Laberint de Wonderland



Este domingo en el Laberint hicimos un juego curioso y pusimos a conversar a varias estatuas de Barcelona, creando las siguientes parejas


1.- La estatua de Rusiñol dialoga con la de Narcís Oller

2.- La escultura de Blancanives charla con el Señor Rovira

3.- El toro pensante y la jirafa de Rambla Catalunya debaten apasionadamente

4.- Walt Disney y Hércules, de la ciutadella al paseo San Juan


Si quieres puedes escucharlo a partir del minuto 35 del enlace clickando aquí

viernes, 27 de noviembre de 2015

Domingo 29, diálogo entre estatuas en el Laberint de Wonderland






Este domingo en el Laberint haremos charlar a las estatuas de Barcelona mediante cuatro diálogos literarios.


1.- Rusiñol vs Narcís Oller

2.- El señor Rovira y Blancanieves

3.- El toro pensante y la girafa coqueta de Rambla Catalunya

4.- Walt Disney  y Hércules







Cada Domingo a partir de las 15h

Radio Nacional- Rne4

100.8 fm Barcelona

En directo:Rne4

miércoles, 25 de noviembre de 2015

El capitán Carlos Barral en El Mundo



El pasado sábado se publicó en El Mundo mi artículo sobre las Memorias de Carlos Barral. Si quieres puedes leerlo aquí

martes, 24 de noviembre de 2015

Marcel Proust en Todos somos sospechosos de Radio3




Esta madrugada en Todos somos sospechosos hemos dedicado las noches en la tierra a la figura de Marcel Proust, a quien dedicaremos dos programas. Puedes escuchar el primero aquí

lunes, 23 de noviembre de 2015

Els homenets i les ales de cera en El Diario



La semana pasada apareció en El Diario mi artículo Els homenets i les ales de cera, donde hablo de todos los secundarios, pésimos en su mayoría, del proceso soberanista catalán.



Puedes leerlo


aquí en catalán

aquí en castellano

domingo, 22 de noviembre de 2015

Nos vamos de copas con....en el Laberint de Wonderland




Hoy en el Laberint hemos hablado de escritores de todos los tiempos con los que nos iríamos de copas, por eso han pasado por la sección Ovidio, François Villon, Guillaume Apollinaire y Carlos Barral. Puedes escucharlo aquí

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Viernes 20, 19 horas, Loopoesía en Casa Usher (Barcelona)




Este viernes Loopoesía cierra su año 2015, y lo hace en un sitio especial, Casa Usher. Cerramos el año con nuestro show 99 y como siempre esperamos mucha gente, buen ambiente y una mejor performance.


Loopoesia es amor

martes, 17 de noviembre de 2015

Erik Satie en Todos somos sospechosos


Esta madrugada en nuestras noche en la tierra de Todos somos sospechosos, Laura González y servidor hemos dedicado la sección a Erik Satie. Si quieres, puedes escuchar la charla en el enlace 

lunes, 16 de noviembre de 2015

Vídeo del Diálogo con Jordi Gràcia en el Reial Cercle artístic




El pasado jueves 12 de noviembre tuve la suerte de charlar con Jordi Gràcia en torno a su libro Burgueses imperfectos, editado por Fórcola. Aquí os dejo con el vídeo del evento, que recoge de forma casi íntegra nuestro diálogo.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Podcast de síndromes literarios en el Laberint de Wonderland



Hoy en el Laberint de Wonderland hemos hablado de síndromes literarios. Hemos empezado por el de Alicia, proseguido por el de Madame Bovary y hemos terminado con los de Munchausen y Polyanna. Si quieres puedes escuchar la charla a partir del minuto 35 del enlace clickando aquí

sábado, 14 de noviembre de 2015

Domingo 15, síndromes literarios en el Laberint de Wonderland








La literatura da nombre a muchos síndromes, y este fin de semana hemos decicido comentaros algunos no tan típicos y tópicos. Nuestro cuarteto se compondrá de los siguientes:


1.- Síndrome de Alicia en el país de las maravillas

2.- Síndrome de Bovary

3.- Síndrome de Munchausen

4.- Síndrome de Polyanna













Cada Domingo a partir de las 15h

Radio Nacional- Rne4

100.8 fm Barcelona

En directo:Rne4

jueves, 12 de noviembre de 2015

Viernes 13, presentación de Si La carne es hierba (Sully Morland) de Claudia González Caparrós



Este viernes tengo la suerte de presentar Si la carne es hierba (Sully Morland), ópera prima de Claudia González Caparrós, editado por la Bella Varsovia. El acto será a las ocho de la tarde en Nollegiu.

martes, 10 de noviembre de 2015

Jueves 12, 20h: Charla con Jordi Gràcia en el Reial Cercle Artístic



Este jueves a partir de las 20horas tendré el placer de charlar con Jordi Gracia en torno a su libro Burgueses imperfectos (Fórcola), interesante desde más de un matiz y no sólo desde la comparación con determinados contextos históricos de actualidad. Estáis todos invitadísimos.

Marcel Duchamp en Todos somos sospechosos



Esta madrugada Laura González y servidor hemos hablado en Todos somos sospechosos de Marcel Duchamp, pionero de tantas artes que para ser justos con él hubiéramos necesitado diez programas. Si quieres puedes escuchar nuestra charla aquí

lunes, 9 de noviembre de 2015

domingo, 8 de noviembre de 2015

Podcast de reconciliaciones literarias en el Laberint de Wonderland



Hoy en el Laberint hemos hablado de Reconciliaciones literarias, ese extraño y casi utópico fenómeno. Hemos elegido cuatro que van de George Sand a Gustave Flaubert, de Rubén Darío a Miguel de Unamuno y culminan con batallitas de dos grandes impepinables: Valle-Inclán y Hemingway. Puedes escuchar la sección a partir del minuto 37 del enlace clickando aquí

sábado, 7 de noviembre de 2015

Domingo 8, Reconciliaciones literarias en el Laberint de Wonderland




En esta idea de complicarme la vida le propuse a Rosa trenzar un tema de reconciliaciones literarias, algo de locos que sin embargo he conseguido combinar en cuatro catas. Son las siguientes:



1.- George Sand- Gustave Flaubert

2.- Miguel de Unamuno- Rubén Darío

3.- Valle Inclán y el episodio del café de la montaña

4.- Hemingway y un combate de boxeo








Cada Domingo a partir de las 15h

Radio Nacional- Rne4

100.8 fm Barcelona

En directo:Rne4

viernes, 6 de noviembre de 2015

Vídeo de la charla con Antonio Muñoz Molina en la Buena Vida



El pasado 17 de junio hablé con Antonio Muñoz Molina sobre su libro El faro del fin del Hudosn en la librería La buena vida de Madrid. Los chicos del local han montado un pequeño vídeo del diálogo, puedes verlo aquí

jueves, 5 de noviembre de 2015

Diálogo con Agustín Fernández Mallo en Revista de Letras

FERNÁNDEZ MALLO: “CREAR REALIDADES ES UN MOTIVO DE CELEBRACIÓN”

Agustín Fernández Mallo y Jordi Corominas | Laboratori de Lletres
Agustín Fernández Mallo y Jordi Corominas | Laboratori de Lletres
Hace años que conozco con Agustín Fernández Mallo. Lo que empezó como una cercanía lectora ha derivado en amistad, pero eso no impide cumplir con mi labor profesional y entrevistarle por enésima vez, tantas que hasta podríamos compilar un libro de diálogos. Quedamos en la terraza de la Laie para poder fumar tranquilos. Acaba de publicar en Seix Barral su nuevo poemario Ya nadie se llamará como yo al que junta su poesía reunida entre 1998 y 2012, un soplo de aire fresco en forma de versos para la lírica española, aquejada en exceso de formalismo y una serie de modelos que por suerte el gallego afincado en Palma ha contribuido a cambiar el paradigma. Asimismo la publicación de toda su obra poética permite para muchos lectores acceder a libros casi imposibles de encontrar como Creta Lateral Travelling o Joan Fontaine Odisea. Durante unos minutos hablamos de lo nuestro, pero como ese día íbamos a volver a charlar decidimos, sin más dilación, encender la grabadora.
¿Cómo ha sido el proceso de Ya nadie se llamará como yo?Empieza en 2012 y transcurre en dos lugares muy importantes para mí. La montaña de León, donde ya había escrito Antibiótico, sólo que en ese caso estuve aislado, y Mallorca, lo que se ve cuando en el poema hablo de estar a mil quinientos quilómetros de distancia. Esto produce confrontaciones entre la biografía, la memoria y la muerte de alguien cercano, un proceso que me pareció alucinante, como cuando alguien muere se pone en marcha un proceso muy misterioso y empiezas a ver a esa persona de otra manera y de algún modo renace otra idea del fallecido en ti, como si murieran para resucitar de otro modo.
Y en el poema afirmas que la muerte es la fiesta de la objetividad.En esta fiesta de la objetividad brutal que es la muerte, una cesura absoluta y objetivo, de repente puede aparecer alguna clase de brillo o regalo, que en este caso es conocer a alguien de otra manera, un regalo de vida, otra forma de conocer al muerto. Nunca lo había pensado. Si te fijas el libro no ahonda en la muerte de modo elegíaco, más bien ahonda en las ideas que me pasmaron de la muerte. Apareció una anomalía, algo que puede ser un motivo de investigación y me dejé llevar.
La muerte es una ramificación del árbol que es el poema.El impulso primero aparece con la muerte aunque luego se ramifica y se hace más abstracto, general y toma muchas significaciones, incluso en lo que te comentaba antes de la confrontación de la contemporaneidad y la cultura Pop con la naturaleza, como cuando se encuentra una tarjeta de crédito en medio de un bosque. ¿Qué significa eso?
Te la pones en el bolsillo, pero luego recapacitas y la dejas donde la encontraste.Es un elemento tan anómalo que confronta esos dos mundos y también es una metáfora de lo que muere para renacer de otro modo, ya no valía para el mundo contemporáneo, era pasto de roedores o una casita para hormigas. Son fracturas en lo establecido. ¿Qué es para mí la poesía? Algo que se articula a través de metáforas que lo que hacen es problematizar lo real. Todo parece evidente pero ojo, siempre se duda y entonces se activa la investigación.
En tu poesía tienen mucha importancia los objetos.El objeto como motivo de extrañamiento, como algo que siempre cuestiona algo. Miro la funda de tu grabadora y me cuestiona mil cosas.
La observas y observas sus aristas, casi parece que quisieras escanearla como el papel higiénico de Carne de Píxel.Eso es, la huella y muchísimas cosas. Un objeto no es nada en sí mismo, sólo es por su contexto, por eso van tomando diferentes significaciones. En Ya nadie se llamará como yo he trasladado eso a la naturaleza, como cuando digo que encuentro una hoz y un martillo en el último árbol del último bosque, encuentro una hoz y un martillo que no fue grabada en el árbol con una hoz y un martillo, recuerdo el abrecartas, fantasía burguesa. Hay una cierta ironía en el conjunto.
Eso me hace pensar en que cuando leí por vez primera el poema reí mucho con unos versos que imitan la voz de los documentales de la 2, ahora entiendo mejor porque en el siguiente verso dices me dan ganas de vomitar.Claro, porque hay un tratamiento de la naturaleza desde un punto de vista no romántico y a veces factual, a través de esto llego a una poetización, no mediante los pajaritos. Le extraigo su capacidad metafórica a través de lo factual, esa es la inversión del relato clásico-romántico.
Volvemos a lo que decíamos antes de encender la grabadora, se trata de sumergirte en las cosas, no verlas desde una distancia.Hasta el fondo, cuestionar qué ocurre.
Cuando rehúyes el tópico significa que quieres entender las cosas por ti mismo.De ahí lo que decía de problematizar lo real, que no consiste en tocar los huevos a la gente, es investigar como un científico. Lo que para todo el mundo era una manzana para Newton era otra cosa.
Dices que el álgebra sustituye números por letras para operar sin necesidad de calcular: por eso escribo. En realidad la poesía es matemática.Tiene algo, es una matemática tan imperfecta que da lugar a una serie de halos metafóricos que configuran el lenguaje poético.
Seix Barral
Seix Barral
El factor muerte hace que aquí estés más presente que en otros poemas.Probablemente, y quizá por eso es el más narrativo o entendible, entendible para los que dicen que la poesía hay que entenderla. Se me puso el tono de abordar todo eso de la manera menos retórica posible, quería afrontarlo directamente. Para mí la segunda parte, Oración, es fundamental. Me di cuenta que a través de párrafos que hablan estrictamente del mundo vegetal, biológico, mineral o arqueológico podía elaborar una plegaria que funcione como oración.
El esquema plegaria fortalece el encadenamiento.Eso es, y al mismo tiempo es una enciclopedia bizarra que me inventé. Creo que esa parte es un paso más en mi investigación poética, era un formato que nunca había ensayado de esa manera.
En muchos poemas, o en LimboLimbo tiene mucho que ver con este libro.
Lo mencionaba porque suele gustarte clausurar tus poemas con un final largo que estructuralmente funciona como colofón.Sí, es verdad y te aseguro que no es consciente, no me había dado cuenta.
A partir de la muerte otra idea que sobrevuela el poema es la identidad.¿En qué sentido?
Una identidad que fluye a través de tu presente y a través del mismo intentas entender otras cosas, por ejemplo en el verso empezamos a tener miedo cuando empezamos a hablar o cuando dices que la Historia ha sido relatada por varones, no por mujeres porque ellas ya tienen la identidad.Claro, porque la maternidad siempre está asegurada y configura una identidad.
Y luego a partir del miedo llegas al miedo estándar.Y el mío lo es porque tengo los mismos miedos que todo el mundo. No había pensando en la identidad, ahora que lo dices lo veo. Hablo de mis recuerdos, pero nunca lo pensé tanto desde este punto de vista. Creo que en algún punto dije que la identidad es una alucinación del ego, estoy convencido de eso.
Y si quieres una convención social.Sí, y si lo redefinimos es una alucinación colectiva del ego colectivo.
Los trajes que cuelgan en las tintorerías parecen ciudadanos muertos. Volvemos a la identidad.Efectivamente, y al cuerpo, del que se habla mucho desde muchas perspectivas porque hay mucha reflexión sobre la animalidad y lo humano.
En otros libros abordas más la carnalidad desde lo sexual.En este no la detecto tanto, pero sin embargo aquí detecto una carnalidad de víscera que en los otros no está porque son más cristalográficos, mineralizados.
Y se nota la conexión que decías con Limbo, lo digo porque el día antes de entrevistarte por la novela te mandé el vídeo de la película Le sang des bêtes de Georges Franju con sus tremendas escenas en el matadero.E incluso aquí hay un párrafo donde se cita un matadero: En las vísceras que caen y en las moscas no detecto ninguna señal de mi fin, como si me identificara más en la trascendencia del matadero que en las superficies comerciales.
Aparece también cuando mencionas el Buey desollado de Rembrandt.Sí, salpica el texto poco a poco.
Al mismo tiempo otra constante es como reflexionas en los poemas sobre tu propia poética.Eso es muy curioso porque no me sucede cuando escribo novela o ensayo, en cambio cuando escribo poesía sucede, aparece siempre ese tema porque es enfrentarse al lenguaje en su límite.
Y asimismo te planteas tu propia capacidad.Sí, las herramientas de las que disponemos y la capacidad de hallazgo y de visión para llegar metafóricamente a una cierta meta.
En todos los poemas te planteas qué es el verso o cómo te planteas el poema.Existe, y es curioso porque cuando no escribo los poemas son cosas que nunca me planteo.
Porque además la concepción de la poesía es mutable, cambia constantemente pese a que todos tengamos ciertas características, es muy difícil delimitar un sistema.Es absolutamente imposible por suerte. En Creta Lateral Travelling aparece un tema que tengo muy presente: la arqueología, y como el pasado vuelve transfigurado y lo que importa es que cuando encontramos la mandíbula de un Neandertal lo importante no es saber cómo es esta mandíbula sino la información que me aporta para saber cómo soy yo en el instante presente. Es una arqueología inversa que está en Limbo, Creta y también en Joan Fontaine Odissea, es como cuando en las calles se abren zanjas y aparecen hallazgos arqueológicos y deben parar la excavación, un verso que en la presentación de Madrid recordó Javier Rodríguez Marcos. Esa confluencia entre la fibra óptica y los restos romanos mantiene un conflicto de creación de identidad.
Y lo tienes en la cita inicial de Ya nadie se llamará como yo: “Necesito un mapa que muestre el mundo prehistórico coexistiendo con el mundo presente”.Ahí está, pero ojo, Ya nadie se llamará como yo me lo dice alguien que me interpela.
¿Es una voz indeterminada?Es la voz de una persona fallecida.
Casi es una guía para el poema.Esa es la palabra exacta, alguien que va guiándote.
En la segunda parte, Oración, ves un bosque y algo más vivo dentro. Uno se puede emparanoiar mucho con esa frase.Me flipa, tiene tanto que ver con Lucrecio como con David Lynch.
Hasta con Walden de Thoreau.Del cual su mayor hallazgo es establecer uno de los primeros delirios puestos por escrito del ser humano con la naturaleza.
Con el bosque podemos ponernos áulicos y pensar en El bosque sagrado de T.S. Eliot y el meterte en los matojos poéticos y trascenderlos.Veo un bosque, lo vivo, y algo más vivo dentro, que quizá son los fragmentos de la enciclopedia que te mencionaba.
Es un bosque mental.Sí, y también indica que dentro de un bosque están todos esos elementos aparentemente intelectualizados que pertenecen a la naturaleza. Un objeto común puede problematizar un contexto.
Y eso también tiene que ver con la ruina, como cuando en Carne de Píxel hablas de los muertos pompeyanos de Viaggio in Italia. Aquí podemos encontrar un paralelismo, como cuando hablas de que la muerte engendra vida.No es una cancelación, la fiesta es su trascendencia, su brillo.
Y además lo percibes con optimismo.Absolutamente, ya te dije que no es nada elegíaco, pero porque por naturaleza tiendo a pensar que crear realidades es un motivo de celebración.
Algo que por otra parte me hace pensar en las fechas de tus poemarios. Los primeros están casi encadenados, como si hubieras pasado una etapa de brutal fervor creativo.Totalmente. En 2004 escribí todo el proyecto Nocilla y empecé con El hacedorAntibiótico quedó parado, pero lo terminé en 2005. No tenía sentido sacarlo entonces, hubiese salido perjudicado. De 1999 a 2005 fue una explosión en mi cabeza, escribí casi todo.
¿No pensaste en incluir Postpoesía en el libro?No, porque es un ensayo. Hubiese quedado un pupurri y no es bueno meter tanta cosa, aunque para mí todo parte de la poesía porque tanto la narrativa como el ensayo son textos poéticos disfrazados.
Eso se percibe en recursos que usas, como cuando en Limbo parece que vayas a contar cómo llegaste a la segunda canción y de repente…Cuento la historia mexicana que llega hasta al final.
Eso es una solución poética que transgrede la linealidad de la prosa.
Ahora que dices eso te diré el verso que también sale en Limbo. Aquí aparece dos veces, la primera en el diario de la isla. Este es: Las cosas, también los humanos, cuando no mueren no cambian, es un proceso muy parecido al destilado, se convierten en la esencia de lo que eran. En la segunda vez sale junto a un verso de Silesius, un místico del siglo XVII. Oí ese verso a un personaje de una teleserie estúpida.
Y te quedaste a cuadros.Flipé. Era pura metafísica. La tontería de la teleserie me dio para una cosa básica en Limbo y para incluirlo en Ya nadie se llamará como yo, de ahí las conexiones en red que van enlazándose, la poesía que nos gusta funciona así.
Y de forma inevitable porque no tiene sentido seguir escribiendo poesía al uso. Ya lo hablamos hace año y lo expresaste muy bien: no tiene sentido no arriesgar cuando sabemos que la poesía es un asunto de cuatro gatos al que nadie le hace caso.Y no se gana dinero, por lo tanto tenemos que darnos toda la libertad del mundo y arriesgar sin filtros.
Y escribir poesía desde nuestra independencia para no adquirir una serie de vicios nefastos muy visibles en la poesía canónica.Y eso te da libertad formal y temática, de otro modo estás perdido. Quien quiera hacer algo vendible y mainstream no escribirá el proyecto Nocilla, como tú con tus libros, harías otras cosas.
En las conclusiones de Loopoesía siempre les digo que para hacer poesía de atril me voy a la estantería de la biblioteca municipal.Claro, está ahí y muy bien hecho, no tiene sentido proseguir esa senda.
A veces da la sensación que la poesía está anclada en un pasado congelado e inmutable.En gran parte si, por eso escribí Postpoesía, pero ojo, porque en el último lustro la poesía ha renacido y detecto más creatividad y riesgo que en la narrativa y el ensayo.
Más que la narrativa seguro.Sin duda, pero también en el ensayo. Pese al actual boom muchos son un remake de las teorías de la izquierda clásica revisitadas por una nueva ecosofía. Es un pensamiento armado muy nostálgico, sin embargo en poesía sí que veo gente que hace lo que le da la gana, y eso es muy importante.
Hace unos años salió una antología de poesía española reciente con la que estaba muy en desacuerdo, sobre todo por el título: Malos tiempos para la épica, algo totalmente erróneo porque creo que la poesía actual debe reformular la épica desde el presente, desde distintos mecanismos.Sí, y debe hacerse. Seguramente al que formula los temarios de la ESO le dará un ataque, pero es algo absolutamente imprescindible.
Muchos queremos proyectar un nuevo paradigma poético, pero hay una resistencia atroz por parte de muchos sectores poéticos.Sí, pero mira, esa resistencia es inevitable y debemos redefinirla en nuestro beneficio. Existen ellos para decir que yo no soy como ellos y eso me da sentido.