lunes, 22 de diciembre de 2008

Entrevista con Isaac Rosa en literaturas.com(I)



Isaac Rosa

«Nacemos con miedo, crecemos con miedo y moriremos con miedo»



Jordi Corominas i Julián

Todo sucede deprisa. Preparo la entrevista con el pensamiento sumido en semanas y un correo acelera todo. Puedes entrevistar a Isaac Rosa (Sevilla, 1974) mañana por la tarde. El tiempo apremia. No he terminado El país del miedo. Me aterrorizo al pensar en una lectura veloz de un libro que me interesa, pero a medida que pasan las páginas y las horas mi temor desaparece, veo claro y cuando a las lorquianas cinco de la tarde llego al Palau de la Música mi mente antoja el encuentro como una interesante experiencia en la que discutir con Isaac de sus novelas, temas, pasado, presente y futuro.

El país del miedo

Jordi Corominas i Julián
¿Cómo nace la idea del ensayo-novela El país del miedo?

Isaac Rosa
De entrada es una novela. Se pueden leer los capítulos alternos como capítulos ensayísticos, pero tienen una base narrativa, se basan en historias, situaciones y personajes. La idea y el propósito fue escribir sobre el miedo, el miedo ambiental, la sociedad del miedo. Se empieza con el miedo y va surgiendo la historia. Hay varias preguntas que dan sentido al libro es ¿Por qué tenemos miedo? ¿A quien le interesa que tengamos miedo? ¿Cómo se difunde? Sin embargo, al principio para formular el todo tuve que mirarme y entender cuales eran mis miedos.

Jordi Corominas i Julián
Haces una taxonomía del miedo. Creas una escala evolutiva en los capítulos donde Carlos no es protagonista. ¿Esa era tu intención?

Isaac Rosa
Esos capítulos que funcionan como un catálogo de miedo caracterizan al personaje, hacen verosímil lo que le ocurre, sus decisiones y sus indecisiones. Mientras se caracteriza al personaje, vas desvelando y sumando miedos, algunos más extendidos de lo que pensamos; otros son inquietudes, los sientes y luego te das cuenta que otra gente los comparte contigo. Pensé en miedos minoritarios que son generales, por lo cual el lector puede reconocerse en ellos. Habrá lectores miedosos que harán una lectura muy diferente de quien no lo es tanto. Se busca que el lector pueda identificarse.

Jordi Corominas i Julián
Carlos piensa mucho en el miedo. Pero no se menciona el miedo a la muerte.

Isaac Rosa
El miedo a la muerte está en el fondo de muchos. Me interesaba un personaje que tenga miedo y sea consciente del mismo, con suficiente lucidez para elaborar el miedo y pensar en el, ya que es un sentimiento muy difícil de razonar. En su caso surge un incidente y el miedo le condiciona.

Jordi Corominas i Julián
Carlos es un personaje de clase media de pensamiento débil, muy inseguro. ¿Elegiste a conciencia el tipo de personaje para poder reflejar el miedo?

Isaac Rosa
La novela habla en especial de esta clase media, la más susceptible de atender los mensajes de miedo y las promesas de protección, de seguridad personal. La clase media es la que tiene siempre más a perder, porque no tiene el cojín protectivo; las clases altas pueden arriesgar. Las bajas no tienen nada. Se observa mucho en las ciudades, en las periferias, como en los barrios obreros se instala la clase media en terrenos libres y sus miembros se sienten aislados en su propio espacio residencial.

Jordi Corominas i Julián
Y su miedo provoca que ignoren el espacio que les circunda, aunque en tu novela lo van descubriendo por las circunstancias.

Isaac Rosa
Es otro tema de la novela: el espacio urbano, la tensión entre lo público y lo privado, como abandonamos los primeros para ocupar siempre más los segundos. Hay la contraposición del espacio público como amenaza- polígonos, terrenos descampados- y el privado como seguridad, como sucede cuando Carlos al sentirse en peligro corre a esconderse en un centro comercial o usa el coche para ir de garaje a garaje. Se siente protegido y la paradoja es que la seguridad de esos sitios no está creada para nuestra protección sino que se genera para que los objetos, la máquina de consumo a pleno ritmo, no sufran daño alguno.

Jordi Corominas i Julián
Tengo la sensación que Carlos puede ser cualquiera de nosotros, entre otras cosas no se menciona su trabajo.

Isaac Rosa
Sí. El personaje no está muy acotado ni caracterizado. Podría ser cualquiera que vive en una ciudad cualquiera, no menciono nunca su nombre; podría ser Madrid, pero también cualquier ciudad grande o mediana. Todos nos podemos sentir como ese Carlos en sus problemas con su día a día.

Jordi Corominas i Julián
Así provocas más empatía con el lector.

Isaac Rosa
Así es.

Jordi Corominas i Julián
Aprecio una coincidencia de estructura narrativa con El vano ayer. Usas una estructura binaria- en El vano ayer el orden sería profesor, intertextualidad, estudiante- donde la intertextualidad refuerza la parte ensayística.

Isaac Rosa
Son dos novelas muy diferentes. En el País del miedo quizá es más clásica, pero sí, comparten por un lado la introducción de elementos ensayísticos, novela como espacio de reflexión, el recurso de elementos intertextuales ( listas del Ministerio del Interior, artículos periodísticos); hay por otra parte, más explicita en El vano ayer, una reflexión sobre la escritura que en El país del miedo deriva en ver cómo la ficción modela nuestros miedos y crea sus sistemas.

Jordi Corominas i Julián
Y en el libro se insinúa y posteriormente se concreta la gran influencia de los medios de comunicación en la formación del miedo.

Isaac Rosa
Más que en su formación cabría hablar del papel que juegan en su difusión.

Jordi Corominas i Julián
En la creación de estereotipos.

Isaac Rosa
Los medios de comunicación tal vez crean algunos esquemas, una serie de marcos que luego aplicamos; también los medios de comunicación audiovisual, el cine y la televisión que introducen elementos de previsibilidad que captas al haberte educado con ellos. Está presente la critica a los medios y a la ficción audiovisual por su responsabilidad en sostener, ampliar y difundir el miedo

Jordi Corominas i Julián
Y también su función de ahondar en la ignorancia del individuo para manipular mejor su paranoia miedosa mediante clichés que dan en el blanco.

Isaac Rosa
Desde el punto del individuo el miedo tiene un componente desagradable que también supone un punto de comodidad. El aceptar la presencia del miedo sin preguntarte ni enfrentarte a ellos, sin pensar quien los ha creado o a quien benefician. Hay una facilidad en recurrir al cliché para no desenmascarar el problema, quizá porque nos acostumbramos a vivir con ciertos miedos.

Jordi Corominas i Julián
Quien conoce como funciona la calle puede tomar el pelo al ignorante, como sucede con el cuñado policía con Carlos al final del libro, donde usas métodos propios del cine, algo totalmente irónico.

Isaac Rosa
Sí, es una aplicación clara de un esquema audiovisual, una escena violenta típica de cine. Es un final que acaba siendo previsible por la deriva de la novela. Cierra la situación del protagonista de la novela sin solucionar nada, no asegura un futuro tranquilo; pasa de la extorsión del niño a la extorsión compartida del cuñado.

Jordi Corominas i Julián
En cierto sentido es el círculo vicioso del cazador cazado...

Isaac Rosa
Es el recorrido moral de quien comienza temiendo la violencia y acaba recurriendo a ella en sentido brutal, y como la respuesta inicial genera otras creando una espiral que avanza hacia una respuesta defensiva-agresiva que culmina en violencia extrema.

Jordi Corominas i Julián
En una de las partes intertextuales se menciona un curso de defensa personal. Pagando puedes lograr todo. La solución para evitar la violencia es el dinero. Uno de los grandes temas de la novela es el gran control al individuo que conlleva el miedo.

Isaac Rosa
La reducción a la salvación individual; Carlos se encierra siempre más y al final recurre al cuñado. Inicialmente lo comparte con su mujer, luego se va aislando en lo individual cuando podría recurrir a su mujer, a la policía o a instituciones para menores. Se disuelven los antiguos lazos de solidaridad y ahora parece que no podemos esperar nada de los demás, son extraños de los que sólo podemos desconfiar y la única salvación posible es la individual, pero sin embargo si hubiese buscado ayuda todo se hubiese solucionado con más facilidad.

Jordi Corominas i Julián
Su alineación se transmite en la relación con su mujer. Ni siquiera le pregunta qué habla con el chico que la espera casi cada noche en el portal.

Isaac Rosa
Su alineación provoca que hasta su mujer sea una extraña. Por el miedo crea un gran vacío que lleva al individualismo absoluto.

Jordi Corominas i Julián
A nivel de estructura, si bien es más palpable en El vano ayer, ¿podemos emparejar tu obra con la de otros escritores españoles que quieren formular una literatura del fragmento, del collage?

Isaac Rosa
No veo mucha novedad en la literatura fragmentaria, ni yo ni Fernández Mallo la hemos inventado. Estas supuestas innovaciones y rupturas ya existían en la cultura española aunque lleguemos con retraso a casi todo. El uso de la tecnología remite a tradiciones anteriores. No me siento ni cercano ni lejano, no hay una coherencia de grupo, sí unos planteamientos teóricos interesantes, pero no veo una propuesta práctica. Por ejemplo Fernández Mallo tiene un planteamiento teórico muy atractivo, como Fernández Porta, pero el resultado no son libros nuevos ni rompedores. Hay un desencuentro entre la teoría y la práctica, por mucho que la primera parte agite el panorama cultural. Jordi Gracia decía que la distancia en lo teórico y lo práctico es una constante. Eloy teoriza brillantemente pero luego las teorías no tienen libros donde manifestarse.

Jordi Corominas i Julián
Tu idea fragmentaria se diferencia de las demás porque no impide que el texto deje de ser una novela clásica.

Isaac Rosa
Sí, tienen un principio y un final, aunque en la novela vale todo.

Jordi Corominas i Julián
Otro aspecto que me interesa es que en tus novelas siempre se parte de una idea a exponer.

Isaac Rosa
El punto de partida siempre es la motivación teórica. “Quiero reflexionar sobre este tema. Quiero abrir el debate sobre este tema”. Me interesaba mucho el miedo, como muchos otros temas de los que me gustaría escribir, de los que saldría una novela, no un ensayo. Siempre pienso en términos narrativos. Aquí quería pensar sobre el miedo y a partir de ahí construí una historia. El punto de partida no es una frase o un personaje, sino una idea. Entonces coges un personaje con un cierto equipaje, unas circunstancias socio-económicas, una educación y buscas ver como reaccionaría. Es un poco a la manera de Émile Zola, la literatura experimento de dejar el personaje en la calle con su equipaje, se enfrente a la situación y ver como reacciona ante los acontecimientos.




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