viernes, 14 de mayo de 2010

La estrategia de la manguera en Bcn Week



La estrategia de la manguera por Jordi Corominas i Julián



Se acerca el verano, el sol aprieta y la ventana es un estorbo. Sí pequeños hikikimoris, salgamos a prendre la fresca, el temps ho reclama y el cuerpo se relame. No, no soy tan zopenco. El tópico de ir ligeros de ropa es de puta madre, pero hoy quiero centrarme en estrategias de ahorro jovial. De todos es sabido que desde hace un lustro el Ayuntamiento de esta laica ciudad se ha puesto manos a la obra para que su civismo se imponga entre la masa, siguiendo así doctrinas globales que propugnan inculcar miedo al ciudadano para controlarlo más efectivamente. Gran parte de las leyes de la famosa ordenanza municipal son argucias para privatizar la calle, algo así como seguir a Fraga pero con lemas, marcas y sonrisas. Hemos de combatir la falta de sentido común de nuestros gobernantes. ¿Cómo? Aprovechando el espacio público en la apacible nocturnidad de estos meses venideros.

Hoy circularemos por el recinto amurallado sin barreras de la Vila de Gràcia. Su estructura se genera a partir de las plazas. Cuando el actual barrio era un pueblo, la mayoría de edificaciones se fueron erigiendo a partir de varias ágoras que ejercían de puntos vertebradotes del conjunto. La principal es Rius i Taulet. Sí, ya sé que le han cambiado el nombre, como también sé que el referéndum fue una farsa. Pregunten a los paseantes. Las imposiciones toponímicas no pueden alterar la esencia de la cuadrícula donde suelo iniciar la tranquilad tras una dura jornada entre mis cuatro paredes. Camino media hora- veintiocho minutos, para ser exactos-, atisbo bancos vacíos, deposito mis posaderas en la madera y me distraigo como un viejo viendo la vida pasar a la espera de mis amigos y de Alain Delon, el rey de los pakis, ídolo, capo y sultán de la cerveza beer. Seis por cinco euros, amigo. Es bonito observar cómo cae el sol y la gente aterriza hasta en el suelo. Salvo excepciones, los ocupantes no arman alboroto y gozan de la velada, desplazándose por la sala de juegos para interactuar y conocer personas con naturalidad. Todo se rompe hacia las tres con el rumor de las mangueras, mensajeras de las furgonetas policiales. Los de azul no se ocultan al público, salen del vehículo como en las películas americanas, les gusta lucir uniforme y ostentar autoridad. ¿Quieres evitarte la escenita y seguir con el deleite Estrella Damm? Es fácil y te lo recomiendo. Los malos han sofisticado sus métodos, presumen de lápiz digital para registrar tus datos y no tienen Facebook porque detestan las críticas. ¿Escapar? Take it easy, sigue el rumbo de las bicicletas con latas rojas, sus conductores tienen intuición más que femenina y conocen a la perfección los pasos de los amados agentes del orden. Fija el rabillo del ojo en los manillares. No es ninguna etapa del Tour, simplemente la advertencia de abandonar tu remanso de paz y avanzar hacia otras zonas libres. La más cercana es la Plaza del Sol, aconsejable a medias. Su decadencia es notable y puede provocar traumas. BCNeta volverá, tenlo por seguro, su agua es expulsión, las ratas cuentan poco. Diviértete con los tuyos, pero fíjate en los desconocidos. Un 10% del rebaño será chungo, por lo que es menester ir a la Plaza de la Revolució, útil por su notable silencio y la grata posibilidad de volver a sentir tu culo quieto mientras consumes cebada sin pensar en el mañana, aunque el reloj de la farmacia quiera ser presagio de despedida. Prescinde de malos augurios y déjate llevar. Los últimos resistentes, enemigos de Morfeo, son amables, quieren comunicarse. Algunos te darán juguetes, otros chapas o las gracias. Los ciclistas seguirán con su periplo, como si llevaran antorchas alcohólicas. Si reaparecen los señores de azul respira hondo y canta la Traviata. Verdi te guiará hacia las cumbres de la Virreina y el Diamant, alternativas epigonales para los más valientes, rezagados de la normalidad que siempre pueden, y se lo recomiendo, dar con sus huesos en la John Lennon o finiquitar el asunto en Joanic, inmaculada piedra que no se moja nunca por su arena, escudo protector, elogio al alba que impide la acción de los limpiadores a sueldo, limitados a recoger mierdas de perro porque no pueden bañar algo limpio como una patena con pátina marrón, opuesta al gris que cubre la mayoría de foros grasientos, maravillas abiertas proclives a la charla sin represión.


Ilustración: Nil Bartolozzi

4 comentarios:

TERESA dijo...

ENTRE LO LEIDO Y LO VISITADO HOY TENGO UN NUEVO SABOR DEL BARRIO.AH EN EL BILBAO OK. ALGUIEN ESPERABA COMPARTIR CAFE

Jordi dijo...

passar-hi hi he passat,però amb aixó de trobar-me uns coneguts suposo que ja no hi ereu

Pilar dijo...

Pues te has perdido algo muy dulce... ¡Los postres estaban de muerte!

Jordi dijo...

jajajajaja,no lo dudo,pero como te digo pasé tarde, me lié con esos dos amigos, y mira que metí la cabeza en el bilbao,pero ya no habia nadie