miércoles, 29 de septiembre de 2010
Poema everyone who rules the world is a lonesome tired cowboy
Everyone who rule the world, is a lonesome tired cowboy por Jordi Corominas i Julián
Abracadabra, profano el callejero
lamiéndome las heridas de indecisión
al no incorporar en mis versos recientes
el torero asustado por el búho fumador,
son las siete de la tarde y tiran colillas
para apaciguar la huelga en el descampado.
Sillas de plástico, botes de calgón,
una universitaria me otea tomando
su carpeta por abanico, seguir el
mismo recorrido no significa irse
a la cama en los aledaños del tanatorio
que nunca pisé.
Íbamos de noche y ahora la atmósfera
es pasoliniana, de mundos que subyugan
otros mundos, de la fábrica abandonada
donde se ponían encima y guardábamos
las bragas en el abrigo deshilachado, de
estudios diseñados con la reja a medio bajar
en una ciudad sin nombre
porque perdió la batalla del murmullo al
acoplar gafas de pasta donde sudaban los obreros.
Faltan la libreta y el zoom, los teléfonos
sacan fotos en la nadería, juego limpio
Futbolístico pintado naif, tennis de mesa
en la otra esquina, hasta el tranvía es
un fraude, no pretende ser carcasa,
como las columnas marítimas
de las que desconozco su origen aunque
ennoblecen el cielo.
El magatzem d’un basar
Del carrer Marina s’ha incendiat cap
A les 11.50 i ha provocat una columna
De foc visible a tota Babilonia.
Sólo el aire fatuo tiene repercusión
en Google, famosos en el paso de zebra
ignaros a los templos inacabados, monstruos
que Delaunay guarda en un cuadro.
Hay miniaturas de salón en la basura,
soslayos enrevesados en la esquina,
siempre el semáforo en ámbar
meciendo las brasas del cortocircuito bípedo,
coreografía del crepúsculo de la larga avenida,
tinte licuado entre jerseys escotados, la mirada es bella
porque el retintín de la perversión
queda para mis adentros desde la retina.
Aparecerá de nuevo, falacia léxica,
Walhalla aritmético, a las tres de
la madrugada, antes está bien procesarla
en el tai-chi, fumar hierba en el escondite,
ser funambulista del bordillo
y apuntar botas de ONG hasta la rodilla
que ella lucirá más tarde en su bicicleta.
La marcha frena en la plaza,
hay chinos con muletas,
disminuidos psíquicos arrastrando sopas de letras.
La guitarra del reprise taladrándome,
el frío descompasado del finis austriae.
Everyone who rules the world
is a lonesome tired cowboy
ps: la segunda foto es parte integrante del poema
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