domingo, 24 de julio de 2011

Suite poética "El stripper ayurvédico"




El stripper ayurvédico por Jordi Corominas i Julián




El stripper ayurvédico
De bufón a poeta,
De petimetre a esteta,
Nicasio Schiavo recibe destierro
En la corte del rey ciego,
Hastiado de escuchar estrambóticos
Versos de insanos títulos,
Feliciano López, Rafa Nadal,
Xavi Hernández, Eric Abidal ,
Nombres decorativos del oropel,
Pantalones cortos, opio de pinrel,
Desesperación palaciega del magnate
Que en su aburrimiento se ahorra un gaznate
Deportando al rapsoda
Al desierto de Arizona,
Dándole en el petate
Burlas de acicate,
Inspiraciones de vestal moderna,
Pan, cebolla, peyote y coca-cola.
Caída libre a la nada americana
Con sangre extraviada en la tijera austrohúngara.

Diez húsares drogan a sus equinos,
Parapetados en la ventana de la agonía.

El stripper ayurvédico palpa arena,
Sella acuerdos con cactus, acaricia
Cementerios de ordenadores,
Vira entre rocas soeces
Y sospecha que ayer fue de vacaciones
A Baden Baden con acacias de ocasión
Que marchitaron su flor entre mamelucos
De mercadillo, obnibulada visión
Abrazando horizontes amarillos
En la soledad de la bestia desnuda
Con un centro y dos áridos márgenes
De humedad milenaria teñida
En sedimentos de alguaciles,
Aventureros sepultados
En tierras que callan cuervos
Y no entienden de noches
En la inviable caducidad
De un sol fijo revientasienes,
Factura en ciernes
Del delirio acompasado.

Doce mujeres ladean la cabeza
Fumando en la ventana de un coche
Apostado en la esquina de tu vida

Camina, camina, casca nueces
Para despistar a fotógrafos de moda
Aislados en rictus primaverales,
Te ayudo si cuentas zozobra
Dijo el guarda forestal en la penumbra
Y se activaron muescas de indignación
En los coyotes, ellos creen lo imposible,
Ellos fomentan la desaparición del límite
En el diccionario de la convención
Robando páginas a escondidas,
Fumigándolas en valles sin cámaras
Escapando al control digitalizado
En los abedules de mi mansión,
Refugio, remanso de lucidez
Que en la naturaleza aturde
Mentecatos de traje y expolio público,
Rescatadores amigos del secuestro,
Mediocres medíanías, manos
De mantequilla, pupilas impregnadas
Con dólares de dolor,
vocablo ausente en sus retinas.

Ciento treinta y cinco farsantes
Contemplan el zoo en la ventana
De un carro blindado.

Las chicas ya no estudian mecanografía,
La responsable de princesas dicta
Labores en la escuela con su varita
A secuaces avanzadas en la secuoya,
Hadas que regañan legañas, alba
Limpia, besos a enfermos enfrentados
En sequía, pócimas a viudas, lagartos
Y malqueridas, la orquesta no se para,
Vende cosquillas, regala abrazos
Al mal humor sonriendo al desdén
Con canciones infantiles cocinadas
En la sartén de la alegría, no hay ingredientes
Utópicos, sólo desnutrición de la esperanza,
Señora que en sus aposentos llora
Porque el mundo la desatiende en céspedes
De frustración, próxima meta del ejército
Que vence batallas con su susurro
Entrenado en la academia del bien ajeno.

Ocho metáforas sedientas
Piden cita
En las ventanas del porvenir


El macho cabrío templa su oprobio
Machacando un piano Steinway
Frotándose las pezuñas en teclas
Con pantocrátors en los estribos.
¿Terminó el aquelarre?
Las brujas suenan trompetas
Rociándolas con sapos,
Asesinos de macilentas setas
En el ascensor, flotan onomatopeyas
Sonámbulas con cómplice inercia
En el patio de Walpurgis, vertedero
De un infierno íntimo y paralizado
Ante el estallido del trueno oblongo,
Adusta cámara lenta, voz ralentizada
En tus proverbios populares sacudidos
Por risas carpetovetónicas que cubren mosaicos
Llenos de un vómito arcaico recogido por sordos
Goyescos que arquean la espalda por el sádico
Látigo del maestro de ceremonias, negro
Apocalíptico, quinto descendiente ibérico
Del desahucio en directo que purga dinamita
En páramos de desolación programada,
Atracción de feria con Amélie de fondo
Y mendrugos de pan para el hijo ,
Víctima de la apariencia y lo efímero.

Un francés comete perjurio
Violando sexos en la ventana
De un hotel neoyorquino

El fascista de Hamelin
Los encantó con cuentos
Chinos, festivales masivos
E idolatrías pop de brillo externo
Y duelo interno por ser carne de hamburguesería
En un mapa con gafas de pasta
Trazado por la flauta del líder,
Adalid desideologizado, prócer
Invisible doctorado en hipnosis
Juveniles para arrullar hubris
Yermas, idóneas emboscadas
Mentales para sucumbir a melodías
De exceso y autosuficiencia incubadas
En el laboratorio de la perversión occidental,
Química de ruleta rusa, expolio de la cordura,
Ahogada en el Weser por decreto ley, dieron fiesta
A los trabajadores y enhebraron una fosa
Común diseñada en forma de panóptico
Con mirilla para husmear en nuestra desgracia,
La resistencia fundará una nueva iglesia,
Su pálpito será el de los sinceros,
Sin periódicos que alteren cifras,
Emigrantes con pasaportes abiertos
Y transparencias sin intenciones pornográficas,
Su templo una basílica que respete el significado
Del vocabulario, con vidrieras policromas
Sin pábulo ni placas a lo prohibido
Y un misal que de a las ratas
La medicina de la metamorfosis.

Cinco Cincinatos cincelan
En sus ventanas graffitis
De abdicación y bondad.

La realidad niebla las pupilas
Para vetar la revelación
Impidiendo el fluir de inocencias,
Embargadas por las cadenas
Que tanto halamos, cápsulas
celadoras de la imaginación,
huérfana que Nicasio fornica
amaneciendo de su tortura.

Ve Antílopes bailando discursos en un balcón de la Rambla,
Gitanas alcaldesas en municipios sin etnia,
Grifos del bidé que inspiraron la Pedrera,
Horchatas de chufla llenando bañeras,
Rosquillas de hierro salvando palmeras,
Rollos de plastilina en el museo de arte moderno,
Aguacates de barro, cencerros de un bote charro,
Pilas bautismales de cartulina, telarañas saladas,
Cetros viscosos, abejas reinas, sandías cuadradas,
Aviones sulfúricos, zeppelines de chatarra,
Zebras algorítmicas, políticos bajándose el sueldo,
Hipopótamos de miocardio, Anacolutos anacoretas,
Oxímorons oxidados , ráfagas de ácratas,
Impresoras tertulianas, periquetes enfurruñados ,
Tarzanes en huelga, tartanes almibarados,
Avestruces de pasarela, cruces redondas,
Monjas ninfómanas, excursiones estáticas,
Acueductos de lava, monstruos de rebajas ,
Futbolistas intelectuales, literatos sin ego,
Alcachofas radiantes, renos vagantes,
Celofán en pepitoria, aguarrás de martes,
Centellas en vinagre, vampiras de picatostes,
Luciérnagas diurnas, mosquitos de azúcar,
Caracoles milicianos, garrapatas sindicalistas,
Reincidentes reticentes, sabanitas de sabandijas,
Mozos de cuadra pacíficos, cucurbitáceas geométricas
y
Un magma compacto, fino telar
Que enhebra la aguja, trocea
La monotonía y brinda impulsos
Sagrados, confianza en lo humano
Desde lo humano con el cerebro
En planos válidos que anulen linealidades
Y expandan la perspectiva hacia infinitos
Carentes de cobardías.

Dos mil once ventanas
Ondeando primaveras
De una eterna mañana.

Mesan su hipotálamo
Ángeles de cera,
Mensajeros de Kairós
Dios del momento oportuno,
Elevan su cuerpo depositándolo
En la colina telúrica donde convergen
En su solemne y mágica cumbre
Los pensamientos de todos aquellos
Mortales que han soñado despiertos
Desde cualquier ventana del universo
Dar a los pies la potencia del adelante
Que elimine la mezquina codicia
De quienes nos confundieron con cangrejos.

Abro la puerta,
Prosigo la ruta.

3 comentarios:

Jordi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jordi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jordi dijo...

basicamente así verás que si comentas tendrás que poner tu nombre, así no tocarás más los huevos