miércoles, 22 de junio de 2011
Encuesta sobre la nueva edición independiente (VII):Sergio Gaspar, poeta y editor
Encuesta sobre la nueva edición independiente (VII): Sergio Gaspar, editor
Por J. Corominas i Julián y J. A. Muñoz | Destacados | 18.06.11
Sergio Gaspar, poeta y editor, fundó DVD Ediciones hace justo quince años. Desde entonces, ha armado un catálogo sólido y coherente, tanto en narrativa, destacado por la búsqueda de nuevas voces, como en poesía. Codirigida por José Ángel Cilleruelo en una primera etapa y, actualmente, por Eduardo Moga, su colección poética es el principal bastión de la editorial y, ciertamente, podría servirnos para elaborar un análisis fidedigno de lo que ha dado de sí el arte poético en España durante los últimos lustros.
Impacto
¿Cómo valoras el fenómeno de las nuevas editoriales independientes?
Positivamente, aunque más tarde haré reflexiones que maticen bastante, incluso hasta aproximarse a negarla, esta valoración.
¿Hasta qué punto crees que la irrupción de estas editoriales ha afectado al mercado del libro?
Tal vez lo haya afectado, en la franja en la que compiten, en un 1,00 % de cuota de mercado, o quizá menos, cifra que ya es de considerar, teniendo en cuenta que el mundo del libro está enfermo grave. Yo pronostiqué esta situación años atrás sin que la gente del mundo del libro con la que conversé entonces se lo creyera. Es más sencillo, emocional y racionalmente, despachar a tu interlocutor con un “no seas pesimista” o “siempre se regalarán libros, porque es regalo bonito y barato” o “la librería de toda la vida nunca morirá”, o frases parecidas, que ponerte a analizar todas las posibilidades, incluidas las negativas, las que te incomodan, las que ponen en crisis tu sector y, naturalmente, te dan miedo.
El “pastel”, en cuanto a ventas, distribución y presencia en librerías, ¿está más repartido?
Sí, está más repartido. Como he dicho antes, en torno al 1,00 % o, seamos muy exagerados y muy optimistas, al 2,00 % se lo llevan las nuevas microeditoriales.
Editores
¿Percibes una transformación en el modelo de editor, que haya hecho que se conviertan en “promotores”?
Siempre el editor ha sido al mismo tiempo “promotor” en el sentido imprescindible del término, es decir, ha defendido la identidad, el prestigio y la presencia en el mercado y en la sociedad de su sello editorial, de sus obras y sus autores. Sin ir más lejos, pensemos en el primer premio Eugenio Nadal, en pleno franquismo vencedor, concedido a Nada de Carmen Laforet por la Editorial Destino. ¿No tenía un fuerte componente “promocional”, lo mismo que los famosos Premio Planeta, nacidos en 1952 e inspirados con bastante seguridad en el Premio Nadal? Quien crea que un editor se reduce a ser un impresor y, por lo tanto, descarta “promocionar” lo que edita es que no entiende nada. Ahora bien, no siempre los periodistas culturales ni los directores de suplementos ni los libreros ni el el novísimo mundo de las publicaciones digitales en su conjunto, incluidos los blogueros, se hacen eco con claridad de esta tarea y voluntad promocional de los editores pequeños. Normalmente, se hacen eco de los grupos editoriales asociados al prestigio social y al poder económico, además de a la inercia histórica. Sin embargo, es de justicia y alegra señalar que microeditoriales como DVD Ediciones, Bartleby o Lengua de Trapo, nacidas hará ahora unos quince años, o Minúscula, La poesía Señor Hidalgo, Candaya o Páginas de Espuma, que llegaron unos años más tarde, hemos logrado “promocionar” bastante bien nuestros catálogos, gracias a la complicidad de ciertos críticos y periodistas culturales, y de la militancia de los propios autores y lectores, que han conocido y reconocido nuestro valor, y alegra también comprobar que algunas de las microeditorales más recientes, de cinco años a esta parte, lo están logrando también. Pienso, entre otros casos, en Alpha Decay, Menoscuarto, Periférica, Impedimenta… En fin, somos un ejército, o una plaga, o una ilusión.
Autores
Los nuevos autores, ¿lo tienen más fácil para publicar, con estas nuevas editoriales?
Cuantas más editoriales haya en España mayor oportunidad existe para publicar a nuevos autores…, eso sí –y esta observación resulta importantísima, dignísima de meditarla a fondo-, sobre todo si son autores “nuevos” por “extranjeros”, no importa incluso que ancianos o difuntos en su país de origen, u olvidados en su país de origen por diversos motivos, entre los que no debemos descartar su mediocridad literaria, o a veces nuevecitos, casi bebés narrativos, en su país hecho en inglés. Las nuevas y pequeñas editoriales independientes, en su mayoría, se inclinan sin rubor y convicción cosmopolita por publicar traducciones, bastantes de ellas de discutible interés literario y que apenas aportan nada a crear el presente de la literatura española y a creer en ese presente. Algunas de esas traducciones, no obstante, resultan textos de mucho valor. Hay que afirmarlo con claridad. Pienso ahora en títulos de Bartleby, de Igitur, de Minúscula o de la propia DVD Ediciones, que también ha probado la fruta prohibida del paraíso de las traducciones… Ahora bien, si hablamos de “nuevos” autores españoles –o catalanes- lo tienen más jodidillo con estas microeditoriales. Salvo casos excepcionales como Caballo de Troya, Lengua de Trapo, a veces Páginas de Espuma, durante un tiempo Berenice, de nuevo y constantemente DVD Ediciones –la microeditorial que más ha dado la oportunidad a nuevos narradores y poetas en España en estos años, sin recibir a cambio ningún premio de la Crítica, ni Nacional, ni a la Mejor Labor Editorial, etc…, como es lógico-, que vayan pensando mejor en Mondadori, Alfaguara, Seix-Barral, Destino o Tusquets, porque seguramente les harán más caso que Libros del Asteroide o Impedimenta.
¿Qué opinas de la proliferación de escritores innovadores que aparecen en los medios? ¿Estamos realmente ante una cantera de futuros clásicos o se nos está vendiendo hum0?
Intuyo que se me pregunta desde la sospecha de que los autores denominados “innovadores” carecerán de interés a medio plazo. ¿Tienen interés y porvenir Manuel Vilas, Mercedes Cebrián, Agustín Fernández Mallo, Luna Miguel, Elena Medel, Vicente Luis Mora, Laura Fernández, Llucia Ramis, Óscar Gual, autores a los que, en bastantes casos, DVD Ediciones ha publicado o apoyado, por cierto? Empezaré a responder reproduciendo un fragmento de un artículo que se publicará próximamente, en compañía de otros textos de otros autores, que pretenden invitar a la reflexión sobre la historia más reciente de la narrativa española, la de los últimos cinco o siete años.
Agustín Fernández Mallo publica Nocilla Dream, con prólogo de Juan Bonilla, en octubre de 2006. Su propuesta literaria había comprado casi todos los números en el sorteo de pasar desapercibida ante la crítica y los lectores. La publicaba una microeditorial que acababa de empezar su andadura, Candaya. Fernández Mallo no llegaba desde la narrativa, sino desde la poesía, y, para mayor inri, apenas era conocido en los ambientos poéticos. Nocilla Dream, además, era un artefacto experimental, fragmentario, sin argumento claro, en suma, un texto ni comercial ni -¿en consecuencia?- interesante para la tendencia dominante de la crítica literaria española. Sin embargo, iba a suceder lo (casi) imposible: de la mano de la revista Quimera, con Jordi Carrión de mentor –otro recién llegado a sembrar confusión en la tribu-, vendería en algunos meses en torno a 15.000 ejemplares, en vez de los 150 a los que estaba aparentemente destinada.
Echemos la vista atrás por un momento, concretamente hasta 1981, cuando Jesús Ferrero publica Bélver Yin en Bruguera. Según explica Sergio Vila-Sanjuán en Pasando página (Autores y editores en la España democrática), a finales de 1982 la novela había vendido 15.000 ejemplares e iba camino de convertirse en un texto de “gran incidencia a la hora de señalar el cambio de rumbo de la narrativa española de los 80”. Echemos cuentas: Bélver Yin, 15.000 ejemplares en unos meses y gran revuelo en el gallinero crítico (1981); Nocilla Dream, 15.000 ejemplares en pocos meses y otra vez el alboroto gallináceo (2006). Verdaderamente, la paz de la pequeña y poblada tribu de la narrativa española literaria empezaba a alterarse.
Estos nuevos autores son necesarios, aportan estilos y temas, sugieren lecturas, oxigenan el panorama literario español. Son imprescindibles para intentar que la literatura española siga viva en la primera mitad del siglo XXI, hipótesis de cuyo cumplimiento desconfío. Seguro que muchos de estos autores, dentro de unos años, habrán desaparecido. Pongámonos barrocos: serán “humo”, serán nada. Pasará con ellos como ha pasado con los escritores anteriores. ¿Dónde está la inmensa mayoría de los compañeros de viaje de los Javier Marías o Enrique Vila-Matas? Se quedaron en el camino, pero fueron imprescindibles para construir el camino. Apoyemos a los nuevos nombres: apoyemos a la literatura.
Relación editor-autor
¿Ves difícil que los nuevos editores establezcan pactos duraderos con sus autores?
Sí, lo veo difícil. Entre otros motivos, porque, como he expuesto anteriormente, son pocas las microeditoriales que publican autores españoles y, sobre todo, autores españoles radicalmente “nuevos”. ¿Cómo van a establecer pactos duraderos con autores que no publican…? En el caso de DVD Ediciones casi todos los autores han dialogado conmigo –incluso han pactado conmigo- el cambio de editorial. En algunos casos, les he buscado agentes literarios. En otros, les he aconsejado la editorial que más les convenía. A veces, lo siento, me he equivocado. Y todo esto, además de hablar de mí como sujeto rarísimo, habla de que mis autores –casi siempre mis amigos- eran gente estupenda, que creían en la literatura. Espero que sigan creyendo en ella en el futuro, cuando vendan más libros, salgan más en los suplementos y, alguno de ellos, si consigue resistir al tiempo y las enfermades inherentes al paso cruel de la edad, reciba el Cervantes, en el supuesto de que el Cervantes siga concediéndose dentro de veinte años a autores literarios y no a deportistas que tengan un perfil en una red social.
Clásicos
¿Cómo valoras la tendencia de los nuevos sellos de recuperar obras libres de derechos o nunca publicadas?
La gente tiene que pagarse la hipoteca, si la tiene, y mantener a sus hijos, si los tiene. Ese deber –y ese derecho- son sagrados. Yo lo respeto y lo comprendo y lo apoyo sin ninguna reserva. Como dicen algunos expertos del mundo del libro español: “Publica traducciones de autores recuperados o libres de derechos, si quieres vender. No se te ocurra publicar autores españoles emergentes. Eso no es negocio. Eso no vende”. Esos nuevos sellos desean legítimamente ganar dinero, por cierto, poco dinero, porque no hay mucho dinero que ganar. Esos nuevos sellos apenas tienen interés por construir literatura, ni española ni extranjera. Son sellos editoriales, en cierta medida, parasitarios. ¿Por qué nos hemos de extrañar? España (y Cataluña) es una sociedad que tiende a convertirse en culturalmente parasitaria.
Librerías
¿Observas una predisposición, por parte del librero tradicional, para destacar los libros de estas editoriales y promocionarlos?
Sí, el librero tradicional está apoyando a estos nuevos sellos. Sobre todo, está apoyando a los libros de las microeditoriales que concentran su actividad en la traducción y en la recuperación de contemporáneos y clásicos extranjeros. La idea que triunfa en las librerías más literarias de este país es la del editor “exquisito”, que publica autores supuestamente “exquisitos”. Los nuevos autores españoles son sospechosos, por definición, de no ser exquisitos. ¿Cómo se puede ser “exquisito” siendo español, y encima desconocido? ¡Qué osadía!
Crítica
¿Hasta qué punto crees que tantas nuevas editoriales han afectado al panorama crítico en nuestro país?
Han afectado bastante. Algunos críticos y coordinadores de suplementos, algunos periodistas culturales, por voluntad de renovación del mundo editorial, por compromiso con la cultura, han otorgado un espacio importante a estas nuevas editoriales, en la medida de sus posibilidades: sobre todo –de nuevo, otra vez, lo siento, me aburro de escribirlo, pero es así- si publicaban autores extranjeros.
¿Qué peso estimas que tiene en estos momentos la crítica en el entorno digital? (blog, webs…).
Un peso creciente, pero aún escaso… y de porvenir incierto.
Gustos personales
De los nuevos sellos, ¿cuáles han sido los que más te han gustado o sorprendido?
Ya he ido manifestando mis gustos personales durante la entrevista. Insistiré en Periférica, en especial por su atención a la literatura hispanoamericana; en Candaya, bastante por lo mismo, o en Alpha Decay, por su voluntad de establecer nuevos vínculos de complicidad con los lectores.
Promoción
¿Has notado que la presencia de los nuevos sellos haya provocado un cambio en el modo de promoción del resto de editoriales?
Sí, las ha espoleado a adentrarse con más convicción en el universo de la promoción por medios digitales, a buscar un trato más íntimo con los compradores-lectores y los libreros-vendedores. En suma, les ha obligado a ponerse las pilas y ganar vitalidad. La competencia, aunque sea minuscula, siempre resulta estimulante.
Futuro
¿Crees que hay mercado para la cantidad de libros y editoriales existentes? ¿Podrán sobrevivir todas las nuevas empresas?
Hemos vivido unas cuantas burbujas: la financiera, la inmobiliaria, en fin, Occidente se ha metido en una bañera llena de burbujas que han estallado, están estallando o lo harán próximamente. A menudo me pregunto –y me inquieta hacerlo-, si no estaremos también dentro de una burbuja del sistema democrático: la democracia política pensada como burbuja, algo preocupante. Pues bien, una de esas burbujitas es la editorial. Sobran editoriales, sobra tamaño en muchas editoriales, que de hecho se están reduciendo. Sobran intermediarios. El mercado sufre una importante metamorfosis. Habrá que acostumbrarse a facturar menos y a facturar por otros medios.
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