viernes, 26 de febrero de 2010

Diálogo con Kiko Amat en Standdart


Diálogo con Kiko Amat por Jordi Corominas i Julián

Es miércoles por la mañana, tengo resaca y he quedado con Kiko Amat. Los dos somos graciencos de adopción y nos citamos en sus dominios cercanos a la Plaça del Nord, la más olvidada del barrio pero no por ello la más fea. Nos sentamos en una mesa de un bar con solera del que es parroquiano, enciendo la grabadora y hablamos durante una hora donde saltamos de tema cada cinco segundos con los justos enlaces de coherencia que produjeron el siguiente resultado.

Escribir: Soy autodidacta, no vocacionalmente sino porque es lo que hay; dejé los estudios y no me apunté a ningún taller de literatura, en España son sospechosos, no como en USA, donde puedes aprender del profesor porque te enseña cosas que sabe. Ahora recuerdo que en octavo de EGB gané un concurso de narrativa patrocinado por Coca-Cola, me regalaron una tele en blanco y negro. Los avatares de la existencia y mi procedencia social me obligaron a ganarme la vida y olvidé que era bueno en esto hasta que más tarde entré a colaborar en fanzines y afiné mis herramientas escribiendo de discos, teorías, etc...

Formación previa a la novela:
Nunca he escrito cuentos o relatos, no creo en la necesidad de escribir cuentos para llegar a la novela, son dinámicas diferentes y creo que me salen bastante mal, no volveré a intentarlo, no me gustan. De lo que se come se cría y cómo me gusta la novela escribo novelas.

Idea de novela:
Tenía claro lo de poseer un estilo a partir de los artículos, en parte confesionales, lo que implica narratividad. Quise hacer un libro como los que me gustan, como los grupos punk...una obra que me guste mucho y sea replicable. Me gusta mucho Moby Dick, pero no aspiraba a eso, sino que me inspiré más en la moderna narrativa americana, lo que también es mentira porque terminas haciendo algo diferente. Creas desde tu forma mediante la sencillez, sinceridad, economía de recursos y ser comprensible. No me gusta la verborrea, prefiero las canciones de tres minutos.

Ritmo y estilo: Una literatura rítmica, pasapaginera, onomatopéyica, con inmediatez, me gusta que pasen muchas cosas. Quería ser comprendido, y como dice Manolo de los Astrud quien quiere serlo lo es y quien no, pues no. Quizá erré el tiro en Cosas que hacen BUM por excesos referenciales. El ideal es Rompepistas, una novela emocional, pura, sincera, con sentido del humor, sin sospechas de autorreferencialidad, no me gustan las novelas tapadera, quiero explicar historias. Provengo de una tradición oral y obrera, prefiero textos que expliquen cosas, odio lo rimbombante y lo posmoderno, quiero novelas enraizadas al lugar, que empiecen y terminen.

Etiqueta pop/Novela pop: No entiendo cómo pueden etiquetarme en la misma categoría de Julián Rodríguez o Agustín Fernández Mallo, puede que algún desinformado lo piense por las referencias situacionistas en Cosas que hacen BUM, pero Rompepistas muestra que estamos en polos opuestos; en lo que se denomina novela pop hay el curioso tic de justificar las referencias pop con menciones a la alta cultura, como si estuviesen acomplejados y pensasen que los verán cómo “ese tío tonto al que le gusta el pop”. La alta cultura funciona independientemente del mundo que me formó; no tengo contacto con ella, no me interesa, no tengo que impresionar a nadie y no escribo para que me reseñen en Babelia o en ambientes académicos. Me parece una chorrada lo de la literatura pop, si funcionara de manera adecuada se diferenciaría de cosas muy serias y ampulosas y se parecería más, por ejemplo, a la literatura de detectives de los años 70.

Tipología de sus personajes: Mis personajes son gente que conocí o viví, sin que ello implique que los coja directamente de la realidad, pues ello te limita como narrador. Si creas, explicas y defines bien un personaje el lector sabrá que sólo puede coger el camino C, no el A o el B, si lo generas a partir de un ser real ya te condenas porque sabes cómo es. Mis personajes son ellos mismos pese a tener guiños y características de gente que conozco. Carnaval puede parecer real, pero es 100% ficticio.

Discurso de clase en España/ novelas periféricas:
El discurso de clase y analizar las cosas desde ese componente, como se hace en Inglaterra....aún sin ser marxistas debemos admitir la influencia de la clase en nuestro crecimiento. En España y Cataluña ha quedado eliminada del discurso cotidiano y de los Media, se emplean eufemismos; en cambio en el Reino Unido se sabe y hablan de ello, lo que aquí no ocurre ni por asomo. Los medios de comunicación son clasistas cuando visitan la periferia.

Música/ su yo en las novelas:
Conviene hablar más del tiempo presente, a partir de la música se crea una diferencia estética que se está perdiendo. En cierto sentido uno de los problemas es que el establishment quiere referentes que pueda entender, porque sino violas su regia malla al no hablar su lenguaje. Mis referencia son mods, skinheads, la literatura americana del siglo XX, el extrarradio...y no lo intento sobreactualizar, no hablo de Deleuze, hablo de mí que somos nosotros, pues soy una persona normal de la calle, mis amigos son currantes, lo que me ocurre es lo mismo que a vosotros, es un yo comunitario, bebe comunidad y forma parte de la misma.

Rompepistas:
Era una historia que tenía en la cabeza desde hacía mucho tiempo, mencionaba ideas en los artículos, pero no sabía cómo transformarlas en ficción. He ido aprendiendo las herramientas de mi oficio, y Rompepistas se acerca a lo que quiero, desde el momento en que me puse con ella tenía clarísimo su espíritu, en las otras novelas hay fragmentos buenos. Una novela tiene que poder resumirse en tres frases, sino algo va mal. Es una novela de iniciación, el formato es clásico. Trata del final de la adolescencia, cuando entramos en un territorio desconocido, por eso están los flashback, para saltar del presente al pasado, si en una película hay flashback y voz en off me engancha, porque esa es la estética que me gusta. En Rompepistas estamos en unas coordenadas subculturales, pero los sentimientos que expreso son universales, la adolescencia una época de vivencia y unión, lo de los punks y los skins está al servicio de la amistad, los años teen son cruciales, una especie de herencia de la que no puedes desprenderte. Ojalá haya logrado con Rompepistas la novela completa sobre la adolescencia en los ochenta, sino esa historia se hubiese perdido.

Proyectos futuros:
Ahora comento con mis amigos que creo que seré recordado por ser el tío que escribió Rompepistas, cómo si sólo pudiese empeorar, pero eso es imposible; estoy muy contento por el recibimiento que le han dado. Siempre tengo una novela en proceso. Hablé con Jorge Herralde y le presenté dos ideas y decidimos cerrar la trilogía, cansa escribir siempre de adolescentes. La próxima será una novela de cuarentones, de sus catástrofes y catástrofes. Tú tienes 30 tacos y aún no sabes cómo se acelera el tiempo y surgen preguntas. ¿Cómo he llegado aquí si quería ser otra cosa? Despiertas y es patético. Tengo notas, sé qué pasa, cómo irá la acción y también los personajes; al fin y al cabo me rodeo de cuarentones protosuicidas. Sí, con música, aunque evitando que se coma lo demás. Sólo me falta encontrar la voz.

Seguimos hablando un rato más entre risas y cervezas de la ocasión pérdida de la música de baile y el Dj como retorno a las raíces en un sentido hedonístico y lúdico de participación. Pagamos, me regala un ejemplar de su fanzine La escuela moderna, descubrimos nuestra mutua fascinación por Jack el destripador y nos despedimos. Toca comer. Bon profit.

jueves, 25 de febrero de 2010

Cosas que los nietos deberían saber de Mark O. Everett en Revista de Letras





“Vivo escondido dentro de mí mismo en la vida real, para evitar el dolor y la humillación, pero en cuanto subo a un escenario trato de montar un número apasionado y sentido. Es la hostia.”


( Mark Oliver Everett)

La frase que encabeza esta reseña serviría para resumirla. La autobiografía del cantante de Eels es una elegía entrelazada con la constante de superar el malestar y buscar un sentido a la existencia. Sólo así puede entenderse la resistencia ante un despiadado e ininterrumpido flujo mortuorio encuadrado en la cercanía, como si la vida del protagonista se abalanzara inevitablemente hacia la más absoluta soledad y al reto de paliarla con música, único consuelo, compañera inseparable en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad y, demasiados, si me apuran en la pobreza y en la riqueza, pues el dinero también influye lo suyo en Cosas que los nietos deberían saber, último libro de la editorial barcelonesa Blackie Books, espléndida como siempre en sus ediciones y contenidos, siempre precedidos por un prólogo de autor, en este caso del argentino Rodrigo Fresán, quien a lo largo de veinte páginas introduce las excelencias de Mark Oliver Everett, rara avis in terram del panorama pop por su obstinado método creativo y la firme voluntad de no seguir las coordenadas en el convencional guión de la industria.

Dos posibles sabores en un mismo recipiente: Your inside is out and your outside is in.

Todos tenemos una infancia. En Virginia, sobre todo si eres un astro futuro, parece un período difícil. Miren a Morrison y sus traslados, primer paso hacia el genial abismo. Nuestro protagonista no se movió de su casa, que con el tiempo se erigió en metáfora de ruina y descomposición familiar, gran y anodino espacio novelesco que explica las partes del drama. Sus recovecos esconden el pasado, las habitaciones de los mayores el último suspiro. Lo mejor, o lo peor para quien lo padece, es que toda su historia está instalada en la más pura realidad. Imagínense a un adolescente inadaptado y medio rebelde, sumido en un marea mental de descubrimientos. Cuando llega al hogar nacen murallas de incomunicación. Sus padres son un genio atareado con tendencia a largas siestas y una buena mujer querida por la comunidad. De repente, mientras transcurre uno de tantos veranos del amor, el progenitor muere y el contacto que, ya sin hálito, se produce con su hijo es el más fuerte que ambos nunca tuvieron. El casi veinteañero lo recordará siempre y acrecentará su importancia cuando a la lista de difuntos se sumen su hermana, suicida por elegir mal el camino, y su madre, víctima de un cáncer pulmonar de amor pasivo, deceso inércico con humo acumulado.

Las pérdidas clánicas tendrán matices oscilantes entre el aplacamiento de emociones positivas y lecciones filosóficas que el río nos sirve cuando menos lo atendemos. La pueril batería de los primeros aplausos evoluciona hacia confines más técnicos y pulidos, escuchar produce sabiduría y de los demás se aprenden los andares básicos para ingresar en el escaparate del sueño musical. Everett lucha mucho consigo mismo y se fusiona con su pasión como un jugador que apuesta todo a una sola carta. Y le sale bien. Su proverbial ensimismamiento le lleva a proceder al revés. Los directos llegan a la meta en segundo lugar porque la producción se anticipó y catapultó al artista, mediante una serie de benditas coincidencias callejeras, a una discográfica de postín que mostró buena voluntad. Sus dos discos en solitario quedaron eclipsados con el nacimiento de Eels, banda de nombre forzado por circunstancias comerciales, lean el libro y sabrán el motivo, que sorprendió a propios y a extraños, también al mismo Everett, en el universo alternativo por su apabullante éxito mundial. Lo significativo es observar cómo su líder y compositor confiesa abiertamente la dualidad que encierra su profesión. Su ego es débil, de una marcada inseguridad. Las debacles pesan. El héroe lo sabe y asume que cada parcela oculta un nuevo ciclo, no tiene sentido limitarse, por eso cada nueva entrega del variable, en cuanto a componentes, conjunto estadounidense es el reflejo directo de la irrenunciable vocación de su artífice para con su trabajo, comprensible sólo desde la perspectiva de ser artesano en el estudio y rompedor en el escenario, donde nunca nada se repite por ese magnífico afán de cerrar etapas y experimentar todo lo posible, haciendo que cada gira sea completamente distinta a la anterior. Esa búsqueda consciente es otra fuente de problemas. Los empresarios de la inestable constelación musical respiran con la soga al cuello y no entienden de arte en sus carteras, quieren inmediatez radiada para bañarse en verde, algo que Mark Oliver no puede garantizar.

¿Cómo va a hacerlo si hasta es reacio a ceder sus canciones para anuncios publicitarios de rompe y rasga?

Esa integridad es la mejor seña de identidad del autor, hombre obcecado, dotado de una extraña paz casi metafísica que le permite ir más allá, aunque quizá su verdadero halo, entre tanto caerse y levantarse venga de la pasmosa naturalidad con que interpreta su papel de estrella, niño curioso que se emociona cuando sus ídolos quieren colaborar y se congratula por pequeños detalles cotidianos sin perder el rumbo que marca su estela, repleta de efemérides en las que el pobre cantante se ve sumido en situaciones surrealistas causadas por la anormalidad de los gobernantes, como cuando durante la campaña electoral de 2001 George W. Bush predicó la maldad del LP Daisies of the Galaxy como ejemplo de porquería vertida a la juventud. Tomarse versos al pie de la letra es puro refrendo al vicio político de tratarnos como imbéciles. Goddamn right, it’s a beautiful day!




El músico convertido en escritor: una apreciación final.

En los últimos meses el mercado editorial español ha publicado una considerable cifra de obras escritas por músicos. La solvencia del género está por ver, pero si podemos afirmar que, desde Antonio Luque pasando por Nick Cave y llegando a Mark Oliver Everett, la calidad de estos volúmenes es un peligroso tobogán, aunque no siempre es así, que seduce en la escalera y puede generar daños irreversibles a la ilusión del aficionado al final de la bajada. Cosas que los nietos deberían saber se salva holgadamente de la quema por lo contado en estas líneas y por poseer un estilo directo agradable sin ostentación ni pavoneo, melodía profunda con toques ligeros perfectos para sumergirnos en vivencias que esperamos se prolonguen, en la prometida segunda entrega prevista para dentro de cuatro décadas, cuando la guitarra seguirá electrizando y quizá el novel literato presuma de vasta estirpe. En caso contrario se la inventará. Quedan avisados, ¡Ah! Yo también creo que cualquier niño al que no le gusten The Beatles será mala persona.


Jordi Corominas i Julián


http://www.revistadeletras.net/la-confesion-de-lo-agridulce-cosas-que-los-nietos-deberian-saber-de-mark-oliver-everett/

lunes, 22 de febrero de 2010

Martes 23, El asesino de la ballesta en la Hora-L de Radio Barcelona-Cadena SER




El caso que trataremos este martes esconde dos dimensiones. La primera es la de un chico con una infancia trágica que empieza a sufrir, sin saberlo, síntomas esquizofrénicos y acaba, entre finales de 1993 y el fatídico seis de febrero de 1994, descarrilando tres trenes de cercanías y asesinando a su padre con una ballesta. Andrés Rabadán adquiere fama por criminal. El futuro le depara una rehabilitación mediática, triste premio para quien no ha gozado de un solo permiso a lo largo de quince años que le han dado para un poco de todo, lo que incluye fugas,intentos de suicidio y amenazas de violación, pero también una boda, dos novelas, un comic, varias exposiciones y la guinda en forma fílmica mediante las creaciones de su amigo Ventura Godall.



Crímenes en la Hora-L

Cada martes a partir de las 13.06 horas

Radio Barcelona- Cadena SER

96.9 FM

666 AM

Electrónica para Clara en Revista de Letras


Creo que ya he comentado alguna que otra vez por estos parajes mi afición a leer las contraportadas, estúpidos reclamos informativo-comerciales de lo que poco bueno se saca, si me apuran sólo confusión o ideas para estructurar una crítica. En Electrónica para Clara, novela con la que Guillermo Aguirre ha ganado el Premio Lengua de Trapo, leo que esta opera prima fue escrita cuando el autor contaba con veintidós años, lo que no sé si es un halago o una maniobra defensiva. La biografía del escritor bilbaíno menciona que ahora estará a punto de cumplir veintiséis primaveras. Ese lapso de tiempo da para progresar mucho y entender, lo digo por experiencia propia, los errores del pasado en sentido narrativo, fallos que suelen producirse por querer abarcar mucho cuando hay poca experiencia ý un saludable exceso de ilusión.

La inteligencia del narrador en la construcción de su artefacto genera un endiablado torbellino de voces y cronologías que van encajando a medida que el relato avanza. Parece como si Aguirre quisiera jugar con nuestra duda hasta despejarla para acto seguido apretar un botón y trasladarnos otra vez a la incertidumbre, placentera porque demuestra lo bien articulado que está el cuadro cubista en su facetado de grupo de familia posmoderno, ejecutor y cautivo de una ciudad, más real que la vida misma, sumida en la absoluta decadencia, isla de lo castizo y lo moderno perdida en un bucle de si misma que la erige en protagonista que flota en la atmosfera, sopor rutinario que padecen todos y cada uno los personajes de esta novela con evidentes tintes autobiográficos, clásico Bildunsgroman donde el contexto parece beber noventas y dos miles, o al menos parte de ciertos escenarios muy mascados en la cultura post-adolescente, como si ahora la iniciación, y en parte es así, fuera un rutilante y cansino vagar entre camas, drogas, alcoholes y disc-jockeys, corifeos de una danza macabra marcada con fichas de azar y ligeros retales de autoconciencia. Madrid-Berlín.

El Dios de Electrónica para Clara es Jacques, pincha que en vida es un Cristiano Ronaldo del after y en la tumba la clave para resolver el gran entuerto para el auténtico protagonista, Jonás, engullido por la ballena de las circunstancias, desdichado en la ida y el retorno, torturado en primera instancia al fracasar su historia de amor con Clara y reencontrarla con una negación, un anticipo del destino, entre la locura y la presencia del carisma con nombre francés de macarra y galán. La colisión de trenes, el antes y el después, provocará el ya mencionado descenso y ascenso en el recuerdo, lo que se acrecentará cuando se nos ubique en el instante actual, con Clara muda, fiel compañera de Jonás en su nada.

Sin embargo, antes de llegar a ese punto, hay más cosas.

Entre ellas otros pasajeros del vagón, compañeros de casa y parranda. Si algo me ha interesado de este viaje ha sido el excelso modo en que Aguirre construye sus personajes. Mediante pinceladas básicas les atribuye una esencia perfectamente enmarcada en el espacio, donde son marionetas maniatadas por el ritmo y un dejarse ir acompasado por la música de Jacques. Jose es una ambigüedad divertida, lesbiana de doble filo que se integra en ese paisaje de Sergey y la urgencia reinventiva, Violeta y su webcam, Lisa o la manipulación y la doctora, farsa de la eficiencia privada a la fuga como colofón del despropósito humano con la Santísima Trinidad al fondo. Todos ellos podrían formar parte de cualquier narración de características nocturno-juveniles con afán crítico. Si aquí encajan es porque el narrador ha montado esta parte del puzzle con inusual maestría, que también alcanza en el tempo narrativo, hilvanado con tino al mantener el suspense y así demostrarnos que no estamos leyendo otro manuscrito centrado en andanzas y desventuras de amigos a la deriva, sino un libro que apunta hacia otras direcciones y conjuga la doble enfermedad, individual y colectiva. Y en medio, la sospecha.



Foto: Irene Tamayo

Pecados de juventud loables y perfectamente enmendables: endebles metáforas, atrevimientos conocidos.

Volvamos a la contraportada. Transgresor. Justine moderna con ecos de Los subterráneos. Siempre tuve miedo a darme con el listón en la clase de educación física. Una de las ideas estructurales del último Premio Lengua de Trapo es concebir su obra como una sinfonía electrónica, mezcla de instrumentos, volumen, vivencias y alboroto. Tal como lo expreso queda incompleto, aunque la ocurrencia de plasmar la existencia desde ese punto de vista puede ser válida con una base más sólida. Aquí, pese a notarse la intencionalidad, naufraga por la potencia del resto, capaz de arrastrar al lector, atracción que edifica las columnas que sostienen el edificio y flaquea en el interior del mismo por pequeños pecados de juventud, grietas enmendables a medida que el patrón adquiera los rudimentos que sólo otorga el correr del reloj. En sentido las agujas irán destruyendo golpes de efecto que no aportan nada a la brillantez del relato y lo entorpecen por querer adquirir, como quien dice, un punto de distinción, aquel recurso estilístico que distinga al autor de la media, afectación a la que son adeptos- o somos, o hemos sido- un sinfín de escritores jóvenes. Ejemplo de ello es algún que otro fragmento donde el narrador diserta sobre la introducción de un nuevo personaje y nos plantea su posible trascendencia en la trama, recurso manido que desentona por forzado, como también sucede con la cantinela del lema comercial tras mencionar un producto. Por el tono ya deducimos que el autor del volumen discrepa del mundo consumista en que vivimos; la repetición de Coca-Cola, sensación de vivir, u otros lavacerebros tiene su gracia hasta que hastía por ser un relleno, una treta que oculta otras virtudes hasta enfangarlas, elemento de distracción risueño y estéril. Asimismo las oportunas menciones a pilares culturales del autor sin venir a cuento constituyen otra clásica presencia de primera novela, anhelo del autor, presto a vomitar su amplio abanico de conocimientos y justificarlos en el tejido narrativo, como si mañana fuera a cerrarse el telón y tuviéramos mucha prisa por ser líricos con las palabras y sabios en las reflexiones, debutantes redundancias que hallamos sin que nos pese, porque todo es crecer y el saludo inicial es notable, en esta novela con aires estructurales de tragedia griega, aviso de abismo y denuncia de imbecilidad en una generación que quizá no ha encontrado su guía al tener vetadas las puertas de la superficie.


http://www.revistadeletras.net/todopoderosos-abismos-y-hundimientos-electronica-para-clara-de-guillermo-aguirre/

domingo, 21 de febrero de 2010

Melàngia en La Revista bagant




Melangia: les grans dimensions són estretes i la petitor llueix amplada per Jordi Corominas i Julián


Situem-nos. Dos de setembre. Torno a Barcelona i reprenc el meu hàbit de passejar-la. M’agrada el transport públic, però caminar és un plaer útil, sobretot si un treballa a casa i no té temps per anar a la piscina. Dues hores més tard les cames em fan figa. No és pas pels quilòmetres: la culpa és de l’asfalt i el context.

Les meves sospites es confirmaren. Caure al parany urbà em duria a la inevitable melangia del Montseny i les seves magnífiques limitacions. Obro la porta de casa. Encenc l’ordinador i escric. Els dits responen. El cap brolla idees. Convisc amb la música que m’ajuda a crear. L’únic obstacle és l’entorn i l’inexistent silenci del carrer. Puc mirar per la finestra i sentir una quietud real que s’esfuma amb l’aire, carregat d’una espècie de substància comtal de la que és molt difícil escapar. El seu nom és agitació i velocitat.

La modernitat que portaren els Jocs Olímpics ha convertit la meva ciutat en un entrellat de velocitat i aura comprimida que explota quan trepitges la superfície. No tinc sensació de malestar. Amb el pas dels mesos els peus s’han tornat a acostumar a l’energia i recorro avingudes mentre cerco de trobar continguts al meu cervell. Ho aconsegueixo i somric fins que algun mecanisme acciona el botó del record i me’n adono que necessito tornar a Palautordera.

Perquè?

En primer lloc per percebre una llibertat sense la grisor d’una estructura que cada cop s’assembla més a un laberint transvestit de presó. Els altres motius es basen en el color i la llum, amb el Remei metamorfosant-se en màgia d’hores que creen escenaris. El camí esdevé un somni amb arbres que em flanquegen i les passes s’agiliten per inèrcia de benestar. Al pot petit hi ha la bona confitura sàvia, i els murs que m’acullen proporcionen una absència de soroll trencada per veus humanes carregades de familiaritat, quelcom sa per desplaçar el moviment de l’exterior a l’interior. La certesa de notar tot ben proper em converteix en un ermità a un univers infinit on les divisions s’esfumen per la plenitud d’habitacions, foses amb el camp. La frontera ha desaparegut i s’ha concretat. La creu de terme és un símbol bonic, la fi del territori arriba amb l’autopista i les fotos d’en Jordi Hereu somrient. La Meridiana i les seves barraques ocultes em reben mentre sospiro sabent que l’harmonia i la pau s’amaguen, i només comparteixo el secret amb vosaltres, a l’horitzó perfilat de muntanyes.


Foto: Jordi Corominas i Julián

viernes, 19 de febrero de 2010

Viernes 19, Looproject Señoras que en Inusual Project, 21 h. 30 minutos




Como cada mes, Loopoesia organiza su Looproject. Este mes lo hemos querido algo especial, y tenemos el placer de presentaros varias exclusivas.

Empezaremos la velada con el primer espectáculo SEÑORAS QUE, un fenómeno antropológico de Facebook. Seis señoras y un velociraptor nos contarán historias y terminarán su tiempo sorprendiéndonos con un número surrealista.

Posteriormente la noche trasladará sus dominios a Loopoesia 2010. Jean Martin du Bruit y el Anónimo toledano presentan en Barcelona las nuevas composiciones poéticas de servidor y la música de Neill Higgins. En este caso también hay sorpresas,pues Barcelona conocerá a los toros de Bañoles y admirará de nuevo a Lola Farigola Romaní, nuestra super bailarina.


LOOPROJECT SEÑORAS QUE

Inusual Project

c/ de la paloma 5 (Raval)

Viernes 19 de febrero

A partir de las 21h 30 minutos

martes, 16 de febrero de 2010

Panfleto Calidoscopio Febrero 2010




febrero [nº37/2010]

Como en un calidoscopio te ofrecemos pequeñas cuentas que satisfagan o piquen tu curiosidad. Sin el apremio de agendas culturales, pero con la vista puesta en horizontes llenos de modernidad, y con la tranquilidad de quien revisa lo pasado. Visiones caleidoscópicas de nuestra cultura, eso es lo que pretendemos mostrar.

sumario




¿De qué hablamos cuando
hablamos de arte contemporáneo?
Por Sonia Fernández Pan



Sobre la creación literaria
con Ignacio Sanz
Por Sonia Antón Ríos





Suavidad escénica
Por Julián Caro



Tres hombres
Por Natalia Zarco





La calma y el mirar
Por Jordi Corominas i Julián



Robo de articulaciones
Por Marta Sanuy
y Gonzalo Escarpa





Mujeres en tiempos de oscuridad I
Por Laia López Manrique



Je me Perec
Por Juan Salido Vico






De mi cuaderno
Por Jorge Rodríguez Padrón



Suite Loopoética 2010
Por Jordi Corominas i Julián





Entre fragmentos I
Por Diego Giménez



El Doppelgänger perdido
Por María Zaragoza





Anoche vino Julio a visitarme
Por Pedro Crenes



La página en blanco
de Herbert Bayer
Por Anna Maria Iglesia

Imagen: Francis Ponge




Confesiones del filólogo asesino
Por el filólogo asesino



Espacio inventado
Poemas y fragmentos
de José Luis Gallero





www.panfletocalidoscopio.com

lunes, 15 de febrero de 2010

Martes 16, El crimen del Metro en La Hora-L de Radio Barcelona-Cadena SER


Desde ese trágica jornada de febrero nos colocamos casi en la pared del anden. El metro merecería enciclopedias enteras. En su interior se condensa el vivir humano. Bajo tierra. Así es como acabó el cuerpo del pobre Joaquim Argegalet, víctima de un premeditado empujón por parte de David Zafra, con problemas esquizofrénicos, en la estación de Navas. Corren los pasajeros. Se apagan las luces. Un cuerpo inerte yace en las vías, silenciosas ante el murmullo que se genera a su alrededor.

El crimen del metro es un simple ejemplo de la inseguridad del servicio público. Íbamos a decir que tambien, ya lo hacemos, de sus mentiras para con algunos extraños parones y otras desgracias, pero esa ya es otra historia. Para saber más de la que comentaremos mañana en La Hora-L quizá sirva este artículo que publiqué hará algunos meses en la serie Matar en Barcelona: http://corominasijulian.blogspot.com/2009/06/matar-en-barcelona-bcn-week76.html


Crímenes en la Hora-L

Cada martes a partir de las 13.06 minutos

Radio Barcelona-Cadena SER

96.9 FM

666 AM

sábado, 13 de febrero de 2010

Poema el desconsuelo publicado en el blog Pájaros a puntos de volar


El desconsuelo

Me dejaré bigote como Hitler
una vez hayas comprado
esa levita de cuero
que hace juego
con mi intención.

me dejaré bigote como Hitler
y
deambularé en medio de avenidas
demasiado sedadas, planas
en su encefalograma de pies
sin cabeza.

Con mi bigote de Hitler
leeré la prensa británica
con medallas futbolísticas
en
la sociedad del desconocimiento.


Dicen que han cambiado
el olvido
para alterar
la memoria.

Me quitaré el bigote de Hitler
y
la gorra nazi de los chinos
cuando llegue al hogar
llorando
porque mi disfraz
no es amenaza
ni escándalo.

Caen las ramas
que
protegían la fortaleza.


Jordi Corominas i Julián

http://pajarosapuntodevolar.wordpress.com/2010/02/09/un-poema-de-jordi-corominas-i-julian/

miércoles, 10 de febrero de 2010

Décalogo para irse al otro barrio en Bcn Week


Este mes en Bcn Week dejo atrás Matar en Barcelona e inauguro una nueva sección: Irse al otro barrio.

Décalogo para irse al otro barrio by Jordi Corominas i Julián

Antes mataba en Barcelona, ahora me voy al otro barrio. Siento comunicaros la noticia y romper vuestro alborozo. Sigo en vida y no pretendo hablaros de crímenes ni funerales. Cerré mi despacho de historiador detectivesco y me dedico a pasear sin pasaporte. Cruzo fronteras urbanas, observo la minucia significante y abro la puerta de mi casa con la tranquilidad de quien ha aprehendido la calle, esa princesa infravalorada que la mayoría usáis para ir y venir, sin más. ¡Pues no, se acabó ese absurdo sambenito! Recorreremos Barcelona con otros ojos, pero para hacerlo debéis cumplir a rajatabla el decálogo que inaugura esta sección.

1.- Cualquier momento es bueno para irse al otro barrio: ¿Sales de trabajar? ¿Has quedado para tomar una birra? Sí, sé muy bien que existe el metro. Lucha contra la crisis y camina, mejorarás tu forma física y darás menos dinero a los que te toman el pelo. Por otro lado pasear es relajante y permite descubrir partes de tu entorno que sueles ignorar. No dejes que las prisas venzan el pulso. El reloj es un estorbo que blanquea tu muñeca.

2.- La linealidad es un cadáver aplatanado: La ciudad condal destaca por su magnífico y racional ensanche. En realidad la lógica moderna es una psicópata sin prejuicios, una gran aniquiladora del recoveco. Intenta fomentar la curva, penetra en los pasajes y guíate como un personaje que no sepa nada de lo que habrá a la vuelta de la esquina. Tu concepción espacial será envidiada por propios y extraños.

3.- Buen calzado y mejor actitud: La moda es un genocidio de cerebros. Pasa de tus tacones o tus zapatos que tanto molan a tu círculo social. Cálzate bien para sentir ligereza y emprende la ruta. Los recovecos no son meros desafíos del laberinto. Si de repente encuentras alguna situación interesante acércate y no rehúyas el envite. Una buena efeméride vale más que mil gafas de nerd.

4.- La normalidad es una quimera lobotomizada: Marx y Engels decían que todos somos iguales, y no les falta razón, sólo tendrían que haber precisado más su brillantez añadiendo que nadie es normal. Fíjate en tus semejantes mientras pasees. Si ejecutas tu sinfonía urbana con deleite y concreción notarás que las taras son una constante cíclica.

5.- Con la música a otra parte: La verdadera melodía la constituyen todos y cada uno de los sonidos urbanos. Deposita tu iPod en su bolsita. Las orejas también sirven para entender la realidad circundante.

6.- Mirar arriba es bueno, si te cae el cielo encima te pagamos un viaje a Londres:
Los caminantes raramente quieren esforzar su cuello. Levanta la cabeza. La tentación de bautizar nubes es una reminiscencia infantil, por eso la asociación española contra la tortículis recomienda maravillarse con balcones, ángulos, mosaicos, mujeres desnudas y ornitorrincos que residen en la parte superior que aleja tu mirada del punto fijo convencional.

7.- Piérdete y resucita: ¿Te has alejado demasiado de lo conocido? Ningún problema. Si te apuras mucho pregunta a los viandantes, aunque si puedes evitarlo saldrás ganando. Recuperar un camino es resucitar tu disco duro antes del atrevimiento.

8.- El suburbio es tu otro yo:
Guineueta, Sant Adrià, Can Tunis, Guinardó, Bon Pastor, nombres parecidos a Guadalajara, Zamora, Murcia o Albacete. Enclaves donde nunca irías salvo extrema obligación. Quítate eso de la cabeza y acciona tus pies.

9.- Distingue entre la noche y el día: Cuando hayas adquirido experiencia entenderás mis palabras. No es lo mismo, ya deberías saberlo, moverte por la urbe con sol o luna. El astro rey es amigo del bullicio laboral, la reina mora prefiere ocio y comportamientos escondidos aliados con el vacío que aspira, algo imposible, al silencio. Las dos cara de la misma moneda requieren atención y un juicio que comprenda su diferencia.

10.- El detalle es la joya de la corona: Ayer me senté en el bordillo del detalle y comprobé que su esencia nutre el infinito como un general consciente que el desdén ajeno es su plataforma para la victoria. Cambiemos las tornas.

Cumplid estos santos mandamientos. El mes que viene quiero muchos en el otro barrio, pisar es poder.


Ilustración: Nil Bartolozzi

lunes, 8 de febrero de 2010

Martes 9, El asesino de Pedralbes en la Hora-L de Radio Barcelona-Cadena SER


El 3 de mayo de 1974 la clase alta barcelonesa se despertó asustada por un crimen en un lujoso chalé de Pedralbes. El matrimonio Roig falleció después de recibir más de 40 puñaladas de su antiguo mayordomo, José Luis Cerveto, pobre diablo con una vida harto desgraciada entre orfandad, abusos sexuales y una obsesión insana por púberes de todo tipo. Cerveto, último condenado al garrote vil, fue asesino, pero tambien víctima de un sistema que en poco ayudaba a curar las taras mentales de sus súbditos,pues entonces la palabra ciudadanos era algo más que quimérica. Gonzalo Herralde tuvo el coraje de analizar su caso en el documental "El asesino de Pedralbes"(1978), obra que recomiendo por su valentía para con la verdad de la palabra en el cine, algo que nuestros actuales cineastas parecen haber desdeñado en favor del simple impacto de la imagen.


Crímenes en la Hora-L

Cada martes a partir de las 13.06 minutos

Radio Barcelona- Cadena SER

96.9 FM

666 AM

viernes, 5 de febrero de 2010

Los jugadores de Ajedrez de Plaza Catalunya en el Blog Letra Atlántica


Hoy es una jornada mágica. Loopoesia se traslada a Madrid y por eso no cejamos en nuestro empeño de ofreceros novedades. Hoy EL MUNDO edición nos dedica un artículo que en breve publicaré en el blog. Asimismo tengo el placer de anunciaros que el Blog Letra Atlántica de Carmen Moreno inaugura su sección poética estrenando en exclusiva el poemario loopoético de 2010. Los jugadores de ajedrez de Plaza Catalunya están ansiosos, y piden ser leídos: http://letratlanticapoesia.blogspot.com/2010/01/los-jugadores-de-ajedrez-de-plaza.html


Loopoesia es amor

jueves, 4 de febrero de 2010

Viernes 5 y Sábado 6 de febrero: Gira loopoética en Madrid



Este fin de semana Loopoesia se desplaza a Madrid para presentar en exclusiva su nuevo espectáculo de 2010. Nos acompañará The Lady Sounds en dos actuaciones que prometemos serán espectaculares. El viernes cinco como guinda previa a los shows el blog Letra Atlántica publicará el poemario Los jugadores de ajedrez de Plaza Catalunya y en ese mismo instante los lectores de EL MUNDO podrán leer un largo artículo sobre nuestra actividad. De todos modos lo importante es el lugar y la hora de los espectáculos.





Loopoesia en Madrid

.Viernes 5 de febrero

21 horas 30 minutos

La Casa de los Jacintos presenta The Lady Sounds+Loopoesia

C/ Arganzuela 11 (La Latina)

. Sábado 6 de febrero

21 horas

Badulake presenta The Lady Sounds+Loopoesia

Salitre 30 (Lavapiés)

miércoles, 3 de febrero de 2010

Mi Entrevista loopoética en ¿Quieres hacer el favor de leer esto, por favor? de Radio Carcoma




El pasado lunes Carolina León y Elena Cabrera me entrevistaron en su programa literario para hablar de varias cosas, entre ellas la gira loopoética por Madrid que celebraremos los días 5 y 6 de febrero. A continuación copio lo que han escrito en el blog del programa. Al final del texto encontraréis la entrevista en audio.



Jordi Corominas i Julián es un tipo demasiado prolífico para ser resumido en una hora, pero hemos contado con él, en este programa 21, en su faceta de Isabel la Católica, ejecutor de muñecas de plástico en el escenario y loopoeta.

Lleva ya (casi) un año en marcha el proyecto Loopoesía y se ha dejado ver sobre todo en Barcelona, y otras localidades catalanas. Por primera vez aterriza en Madrid, con dos fechas-espectáculo:

Viernes 5 de febrero, 21:30 h. estarán en La Casa de los Jacintos (C/ Arganzuela 11 – La Latina).
Sábado 6 de febrero, 21 h. llegan al Badulake (Salitre 30 – Lavapiés). En ambos casos, con la compañía de The Lady Sounds.

El proyecto Loopoesía nació de la unión de las poesías de Jordi Corominas con las producciones musicales de Neil Higgins. Sobre todo lo que sucede en sus shows, los poemarios que se han podido ver durante 2009, el nuevo espectáculo con nuevo texto (Los jugadores de ajedrez de Plaza Cataluña), los elementos escénicos, las proyecciones, las referencias a la cultura popular repartidas por toda la performance, la poesía escénica, la actividad catalana de los perfopoetas… hemos estado hablando en este programa.

A Jordi le hemos puesto una de las bases musicales que utiliza en escena, con la que su alter ego Jean Martin du Bruit recita escondido detrás de unos telones. Aquí, escondido por la distancia entre su casa de Barcelona y el estudio de Radio Carcoma, nos ha regalado una primicia. Un poema dedicado al programa y una improvisación loopoética de ¡casi cuatro minutos!

La pieza semanal que nos prepara Alberto Monreal ha estado dedicada al Apocalipsis Z de Manel Loureiro.


Escucha la entrevista


lunes, 1 de febrero de 2010

Martes 2, El crimen del edificio Atalaya en La Hora-L de Radio Barcelona-Cadena SER


27 de septiembre de 2004. Seis de la tarde. Anna Permanyer es vista por última vez esperando el ascensor del edificio Atalaya, donde ha ido para firmar un contrato de arras con Carmen Badia, una extraña inquilina que pese a ganar 6500 euros al año espera con ansia la visita de la psicóloga de 53 años para que así su hija sea propietaria de un apartamento, un trastero y una plaza de parking.

El cuerpo sin vida de Anna Permanyer apareció el 7 de octubre de 2004, cerca de Sitges con 3 bolsas de plástico en la cabeza que apuntaban a una más que probable muerte por asfixia. Otros objetos recubrían el cadáver, piezas domésticas fundamentales a la hora de resolver un crimen cometido por una asesina demasiado segura de su impunidad.


Para saber más antes de la emisión os recomiendo leer el artículo que publiqué hará escasos meses en Bcn Week: http://corominasijulian.blogspot.com/2009/09/matar-en-barcelona-bcn-week-78.html


Crímenes en la Hora-L
Cada martes a partir de las 13.06

Radio Barcelona-Cadena SER
96.9 FM

666 AM