06 May 2014
Jordi Corominas: "No hacemos lo que podemos"
Escrito por: Marina Sanmartin el 06 May 2014 - URL Permanente
El viernes 16 de mayo, Loopoesía aterriza de nuevo en Fnac Callao
El 18 de mayo de 1917, en plena Primera Guerra Mundial, se estrenó ‘Parade’ en el Théâtre du Châtelet de París. Era viernes, exactamente el mismo día de la semana en que, casi un siglo después, me encontré con Jordi Corominas en la entrada del CaixaFórum de Madrid.
Lo que voy a contar sucedió hace ya algún tiempo.
El ajetreo del Paseo del Prado fluía a nuestros pies y un sol imprevisto contrastaba con el tabardo marinero de Jordi, oscuro con el pespunte de los ojales rojo. El poeta estaba contento. Llevaba un suéter de cuello alto de color azul y soltó la maleta para abrazarme. En ella guardaba todos los instrumentos y las baratijas extrañas, imprescindibles para el show Loopoético de esa misma tarde, convertido sin duda y casi por casualidad en uno de sus objetivos vitales; pero en ese momento dejar que cayeran al suelo no le importó, porque (y esto es muy importante) por encima de todo de lo que estamos hablando aquí es de una exótica e indestructible relación de afecto, que ha crecido sola en el bosque, sin más riego que el de la lluvia y sin más cuidados que el de los ariscos animales salvajes.
Somos amigos, Jordi y yo. Con muy pocos hombres me siento tan cómoda.
Y aquella mañana bromeamos con la idea de hacer mutis por el foro y no presentemos al espectáculo: el estreno madrileño de Loopoesía 2014, ‘Al aire libre’.
La ciudad nos engulló sin hacer demasiado ruido. Contribuimos a componer su música con nuestros pasos hacia la plaza del Matute, donde nos instalamos en la terraza de siempre, pedimos el vino de siempre, y en medio de una paz ficticia, propia de día laborable, encendí la grabadora. He aquí lo primero que le pregunté:
Aunque Loopoesía acaba de cumplir cinco años y eso es mucho tiempo, seguro que te acuerdas. Me interesan dos momentos claves de esta historia: ¿Cómo surgió el primer show y cuándo te diste cuenta de que tu fidelidad al proyecto iba para largo?
Loopoesía nació de una manera muy tonta. En julio de 2008 terminé el poema ‘Las Nocheviejas del patriarca’… todavía me sé algunos versos de memoria. Quedó bastante bien y quise ponerle música. La experiencia, el escribirlo, me había hecho darme cuenta de que me encontraba en un punto de inflexión, no podía continuar como hasta entonces con mi literatura. Había descubierto que con la poesía podía aspirar, acercarme, a la idea imposible de captar la realidad. Tener conciencia de esa imposibilidad fue la causa de que empezara a escuchar más música y de que le propusiera a Neill Higgins crear la banda sonora del poema. Aceptó en febrero de 2009 y a partir de ahí empezamos a bromear sobre lo que queríamos: máscaras, gritos, gomina… el espíritu dadá que aún hoy pervive en Loopoesía se apoderó de nosotros. El 14 de marzo de ese mismo año hicimos el primer show y lo pasamos en grande.
“Yo soy Isabel la católica, yo soy George Harrison”, gritábamos... Espíritu dadá que Loopoesía no ha perdido.
Corominas se ríe, se sorprende de sus propias afirmaciones y nos llegan las croquetas que habíamos pedido. Luego también nos interrumpirá un improvisado cantante de flamenco; y un vendedor de rosas... y cada una de las piezas encajara sorprendentemente.